09 noviembre 2006

La lucha de clases en la verdulería

Comparto con ustedes este original análisis sociológico de mi amigo Zedi Cioso:

"La mandarina es la fruta proletaria por antonomasia, esmerada y luchadora, se monta todo los días al colectivo para acudir a la obra o la fábrica, donde se desempeña en extenuantes jornadas de ocho horas. Siempre lista para ser pelada y explotada, sin auxilio de utensilio alguno, y respetuosa al punto de no manchar y chorrear, sin embargo las otras frutas la discriminan por su aroma penetrante, producto del infrutado trabajo al que es sometida.


La naranja de jugo es clase media baja, muy explotada, quizá más que la mandarina, pero aparenta un estándar de vida superior. La naranja con ombligo, por el contrario, cuenta con casa propia y se toma vacaciones en la costa todos los veranos.

La clase media alta de los cítricos está ocupada por el pomelo, claro que incluso aquí hay conflictos por un desigual reparto de la renta que favorece a la oligarquía del pomelo rosado por sobre la burguesía nacional del pomelo amarillo, aunque ambos exigen múltiples operaciones para su degustación que incluyen bol, cuchillo, azúcar y cucharita, lo que nos permite arribar a la conclusión de que, entre los cítricos, el lugar en la escala social es inversamente proporcional a la dificultad inherente a su consumo.


En esta particular familia frutal hay un brutal reparto de la riqueza: La sandía es proletaria, pero al menos ostenta el grado de obrero calificado, y se da el lujo de trabajar tres meses al año mientras que el melón es oligarca, artero y embaucador, abundan las teorías para descular si está a punto o no. Todas fallan a su debido momento.

La frutilla es clase alta, pero en diversas coyunturas adversas desciende hacia la más ramplona clase media y se rebaja hasta dos pesos el kilo, instancia durante la cual la humillación que sufre llega al grado de ser adquirida por abnegadas amas de casa que eluden su consumo directo y las convierten en dulce de conserva.

El durazno, la ciruela y el damasco son clase media progresista, solidarios y preocupados por la situación social, siempre dispuestos a votar a la centroizquierda y dar una mano cuando sea necesario.

La banana llega envuelta en misterio. Ni siquiera es seguro que se trate de una fruta (¿No hay países donde se la fríe en aceite para acompañar la comida? ¿No responde también al nombre de plátano? ¿Viaja con pasaporte falso?). No se sabe dónde trabaja ni cómo obtiene sus ingresos, alterna entre el lumpenproletariado y los negociados del narcotráfico y el lavado de dinero. Su posición es holgada pero sus métodos son más que sospechosos.

El kiwi vive muy bien, lo que no es de extrañar tratándose de un miembro del servicio diplomático. Representante de gobiernos foráneos, hace lobby por los intereses de sus empresas de bandera, pero su creciente parecido con un testículo de toro lo hace cada vez menos apetecible para una población que sufrió y gozó una década con sus tejes y manejes.

La uva es un pariente del interior que posee campos y nos visita con toda su familia una vez al año para alegrarnos en las noches tórridas de verano. Si bien es cierto que tiene mucha plata eso no cambia su estilo campechano y su don de gente. Además le debemos el vino, por lo que le estamos eternamente agradecidos.

La manzana se esforzó y logró un título universitario, lo que le permite vivir con el aceptable pasar de un profesional en nuestro país. A veces aspira a más, pero no puede salvar sus limitaciones de clase.

Y sí, claro, la aristocracia está representada por la cereza, fruta de alcurnia que rara vez tenemos el placer de entrever, y a lo lejos. Pero si se trata de auténtica realeza, de sangre azul, debemos rendirnos ante la más excelsa representante de la monarquía: su majestad el arándano: jet set internacional que posee tierras privilegiadas en nuestro país pero jamás sabremos de su estadía en estos pagos. Si alguien tuvo el honor de tratar a esta fruta de alta alcurnia y nombre en esdrújula, por favor, informe a qué tiene gusto.

Para otros textos de Zedi: Zediciones y El Mate Tuerto

9 comentarios:

Pseudo Blog dijo...

Excelente, un maestro de las descripciones Frutales Pseudo estratistas.
bravo...

Anónimo dijo...

Quien será este Zedi que escribe tan bien!!!

Cobiñas dijo...

Una pinturita, M, una pinturita :-))

El Mate Tuerto dijo...

Gracias por difundir mi obra, Cobiñas. Como ya le dije es un honor encontrarme codeándome entre tantos grandes autores.
Un abrazo
Zedi C.

Ra dijo...

Es buenísimmo. Me encantó. Un saludo desde Granada, esperando al melón y la sandía.

Cobiñas dijo...

Es cierto, faltó la granada :-)) Habrá que pensar un poc. Besos, A

Anónimo dijo...

Que comparación más estúpida. Tanto creer que el estatísmo burgués se ve reflejado en la forma de consumo de frutas, como hacer un mero chiste por diversión, es sin duda el resultado de un proceso -sin nombre- de creer saber más de lo que realmente se sabe. El primer error del ignorante, desconocer su propia ignorancia. Dr. Juan Arturo Córdoba

Cobiñas dijo...

Hay errores peores, querido doctor: creer, por ejemplo, que uno es menos estúpido de lo que en realidad se es. Relájese, mi querido doctor, y cómase mientras tanto una ensalada de frutas.
Abrazos, Cobiñas

Anónimo dijo...

Habrá que hacerle saber al estimado Dr. Córdoba que no se trata de creer saber más de lo que se sabe sino de "fingir el saber que no se tiene"
Abandone el limón, Juan Arturo.