"¿Por qué? ¿Por qué lo que fue hermoso, cuando miramos atrás, se nos vuelve quebradizo al saber que ocultaba verdades amargas? [...] A veces un final doloroso hace que el recuerdo traicione la felicidad pasada. A lo mejor es que la única felicidad verdadera es la que dura siempre. Porque sólo puede tener un final doloroso lo que ya era doloroso de por sí, aunque no fuéramos conscientes de ello, aunque lo ignorásemos. Pero un dolor inconsciente e ignorado ¿es dolor?"
"Me separo del libro, que, una vez de pie, cierro lentamente, los ojos cansados de tanto llorar el llanto que no lloraron, y en un alud de sensaciones, sufro el hecho de que, al cerrarse la oficina, se me cierra el sueño también; el hecho de que el gesto de la mano con que cierro el libro carga como un telón sobre el pasado irreparable; el hecho de que me vaya a la cama de la vida sin sueño, sin compasión ni sosiego, en el flujo y reflujo de mi conciencia mezclada, como dos mareas en la noche negra, allí donde culminan los destinos de la nostalgia y de la desolación."
Dientes de flores, cofia de rocío, manos de hierbas, tú, nodriza fina, tenme prestas las sábanas terrosas y el edredón de musgos escardados.
Voy a dormir, nodriza mía, acuéstame. Ponme una lámpara a la cabecera, una constelación, la que te guste, todas son buenas, bájala un poquito.
Déjame sola: oyes romper los brotes. Te acuna un pie celeste desde arriba y un pájaro te traza unos compases para que olvides. Gracias... ah, un encargo:
si él llama nuevamente por teléfono le dices que no insista, que he salido.
"Voy a dormir", poema que Alfonsina Storni dejó como despedida antes de su suicidio.
Hermosa versión en la voz de Mercedes Sosa
Por la blanda arena que lame el mar Su pequeña huella no vuelve más, un sendero solo de pena y silencio llegó hasta el agua profunda, un sendero solo de penas mudas llegó hasta la espuma. Sabe dios qué angustia te acompañó qué dolores viejos calló tu voz para recostarte arrullada en el canto de las caracolas marinas, la canción que canta en el fondo oscuro del mar la caracola. Te vas Alfonsina con tu soledad, qué poemas nuevos fuiste a buscar, una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar... Cinco sirenitas te llevarán por caminos de algas y de coral y fosforescentes caballos marinos harán una ronda a tu lado, y los habitantes del agua van a jugar pronto a tu lado. Bájame la lampara un poco más, déjame que duerma, nodriza, en paz, y si llama él no le digas que estoy dile que Alfonsina no vuelve... Y si llama él no le digas nunca que estoy, di que me he ido... Te vas Alfonsina con tu soledad, qué poemas nuevos fuiste a buscar, una voz antigua de viento y de sal te requiebra el alma y la está llevando y te vas hacia allá como en sueños, dormida, Alfonsina, vestida de mar...
"Alfonsina y el mar" de Ariel Ramírez y Félix Luna