30 diciembre 2015

Adversativas



Y sin embargo

De sobras sabes que eres la primera,
que no miento si juro que daría
por ti la vida entera,
por ti la vida entera;
y, sin embargo, un rato, cada día,
ya ves, te engañaría
con cualquiera,
te cambiaría por cualquiera.
Ni tan arrepentido ni encantado
de haberme conocido, lo confieso.
Tú que tanto has besado
tú que me has enseñado,
sabes mejor que yo que hasta los huesos
sólo calan los besos
que no has dado,
los labios del pecado.
Porque una casa sin ti es una emboscada,
el pasillo de un tren de madrugada,
un laberinto
sin luz ni vino tinto,
un velo de alquitrán en la mirada.
Y me envenenan los besos que voy dando
y, sin embargo, cuando
duermo sin ti contigo sueño,
y con todas si duermes a mi lado,
y si te vas, me voy por los tejados
como un gato sin dueño
perdido en el pañuelo de amargura
que empaña sin mancharla tu hermosura.
No debería contarlo y, sin embargo,
cuando pido la llave de un hotel
y a media noche encargo
un buen champán francés
y cena con velitas para dos,
siempre es con otra, amor,
nunca contigo,
bien sabes lo que digo.
Porque una casa sin ti es una oficina,
un teléfono ardiendo en la cabina,
una palmera
en el museo de cera,
un éxodo de oscuras golondrinas.
Y cuando vuelves hay fiesta
en la cocina
y bailes sin orquesta
y ramos de rosas con espinas,
pero dos no es igual que uno más uno
y el lunes al café del desayuno
vuelve la guerra fría
y al cielo de tu boca el purgatorio
y al dormitorio
el pan de cada día.

Joaquín Sabina



El pentotal a qué

Lo no moroso al toque
el consonar a qué la sexta nota
los hubieron posesos
los sofocos del bis a bis acoplo de sorbentes subósculos
los erosismos dérmicos
los espiribuceos
el ir a qué con meta
los refrotes fortuitos del gravitar a qué con cuanta larva
          en tedio languilate en los cubos del miasma
los tantos otros otros
la sed a qué
las equis
las instancias del vértigo
el gusto a qué desnudo
los tententedio tercos del infierneo en familia
las idóneas exnúbiles
el darse a dar a qué
el re la mi sin fin
los complejos velados
el decomiso aseto
los tejidos tejidos en el diario presidio de la sangre.
los necrococopiensos con ancestros de polvo
el “to be” a qué
o el “not to be” a qué
la suma lenta merma
la recontra
los avernitos íntimos
el ascopez paqué
cualquier a qué cualquiera
el pluriaqué
a qué
el pentatotal a qué
a qué
             a qué
                           a qué
                                          y sin embargo

Oliverio Girondo




Y sin embargo, amor

Y sin embargo, amor, a través de las lágrimas,
yo sabía que al fin iba a quedarme
desnudo en la ribera de la risa.

Aquí,
hoy,
digo:
siempre recordaré tu desnudez en mis manos,
tu olor a disfrutada madera de sándalo
clavada junto al sol de la mañana;
tu risa de muchacha,
o de arroyo,
o de pájaro;
tus manos largas y amantes
como un lirio traidor a sus antiguos colores;
tu voz,
tus ojos,
lo de abarcable en ti que entre mis pasos
pensaba sostener con las palabras.

Pero ya no habrá tiempo de llorar.

Ha terminado
la hora de la ceniza para mi corazón.

Hace frío sin ti,
pero se vive.

Roque Dalton


27 diciembre 2015

Oscuridad hermosa

Anoche te he tocado y te he sentido
sin que mi mano huyera más allá de mi mano,
sin que mi cuerpo huyera, ni mi oído:
de un modo casi humano
te he sentido.

Palpitante,
no sé si como sangre o como nube
errante,
por mi casa, en puntillas, oscuridad que sube,
oscuridad que baja, corriste, centelleante.

Corriste por mi casa de madera
sus ventanas abriste
y te sentí latir la noche entera,
hija de los abismos, silenciosa,
guerrera, tan terrible, tan hermosa
que todo cuanto existe,
para mí, sin tu llama, no existiera.

Gonzalo Rojas "Oscuridad hermosa" (1964)

03 diciembre 2015

Livros

Tropeçavas nos astros desastrada
Quase não tínhamos livros em casa
E a cidade não tinha livraria
Mas os livros que em nossa vida entraram
São como a radiação de um corpo negro
Apontando pra expansão do Universo
Porque a frase, o conceito, o enredo, o verso
(E, sem dúvida, sobretudo o verso)
É o que pode lançar mundos no mundo

Tropeçavas nos astros desastrada
Sem saber que a ventura e a desventura
Dessa estrada que vai do nada ao nada
São livros e o luar contra a cultura

Os livros são objetos transcendentes
Mas podemos amá-los do amor táctil
Que votamos aos maços de cigarro
Domá-los, cultivá-los em aquários
Em estantes, gaiolas, em fogueiras
Ou lançá-los pra fora das janelas
(Talvez isso nos livre de lançarmo-nos)
Ou – o que é muito pior – por odiarmo-los
Podemos simplesmente escrever um:
Encher de vãs palavras muitas páginas
E de mais confusão as prateleiras

Tropeçavas nos astros desastrada
Mas pra mim foste a estrela entre as estrelas.




Caetano Veloso

28 noviembre 2015

y moverse...

No enfermarse nunca               Perder todas las batallas
Fumar con los ojos entornados y recitar bardos provenzales
en el solitario ir y venir de las fronteras
Esto puede ser la derrota          pero también el mar
y las tabernas                           El signo que equilibra
tu inmadurez premeditada y las alegorías

Ser uno y débil y moverse  

Roberto Bolaño en La universidad desconocida.                   

23 noviembre 2015

Palabras para un día negro

"A mí me parecía que estábamos todos tristes porque eso era más fácil que estar enojados. ¿Pero de dónde sacaba yo esas cosas y en qué momento la bravura marina de esa escena se convirtió en la última luz de la tarde nubosa sobre un río que miente mansedumbre para entrarle a la noche?"
Julián López Una muchacha muy bella

01 noviembre 2015

O subliñado non é meu

Non dixen rosa, nin azul,
non poñas iso na miña boca.
Eu non dixen queda clausurado o interior,
nin brindei por que queiramos todo canto debemos.
Eu non prometín ser quen de poder xestionar o desastre,
nin dixen que certas palabras
me esquivasen coma cabaliños do demo.
Non dixen necesítote, non conxurei providencias,
nin un só dos cen nomes de deus
viñeron pousar sobre os meus labios.
Non poñas na miña boca
palabras de para sempre,
nin que os últimos complexos
teñan saltado de min igual ca as pulgas.
Non dixen patria nin matria,
non poñas iso na miña boca.
Non dixen casa comigo, nin
limarei a miña vida ata que encaixe nos buratos.
Non houben ser eu quen rimou destino con desexo.

Non poñas iso na miña boca.
Pon mellor

iso
outro.


***

"El subrayado no es mío"

No dije rosa, ni azul,
no pongas eso en mi boca.
Yo no dije queda clausurado el interior,
ni brindé porque queramos todo cuanto debemos.
Yo no prometí ser capaz de gestionar el desastre,
ni dije que ciertas palabras
me esquivasen como las libélulas.
No dije te necesito, no conjuré providencias,
ni uno solo de los cien nombres de Dios
se vino a posar sobre mis labios.
No pongas en mi boca
palabras de para siempre,
ni que los últimos complejos
hayan saltado de mí como las pulgas.
No dije patria ni matria,
no pongas eso en mi boca.
No dije cásate conmigo, ni
voy a limar mi vida hasta que encaje entre los huecos.
No hube de ser yo quien rimó destino con deseo.

No pongas eso en mi boca.
Pon mejor

eso
otro.

Yolanda Castaño A segunda lingua (2014)

28 septiembre 2015

Restos diurnos

Hoy soñé con vos. Fue un sueño largo como aquellos que tenía antes, en los que no parábamos de contarnos cosas. Estábamos en soledad, pero en medio de alguna actividad difusamente académica. Caminábamos por 25 de mayo, pero parecía un laberinto en el que, por supuesto, nos perdíamos. Hablábamos y hablábamos no me acuerdo de qué. Creo que no dijimos ni una sola vez la palabra "bolaño". Lo único que persiste ahora es el recuerdo de mis ganas innegociables de un beso tuyo.

26 septiembre 2015

43


"43 normalistas"

¿Quieres la salvación de México? 
¿Quieres que México se desangre?
¿Qué los versos de Juana Inés de la Cruz sean la merca que traficas?
¿Quieres que Cristo sea nuestro rey sicario?
- No
- Sí
- No
¿La poesía de Octavio Paz echada a una fosa con osamentas de jóvenes promesas?
¿Y el desierto de Sonora o el gran Popocatépetl invertido violando a una niña no nacida?
Y si las ánimas de Rulfo son los 43 normalistas de Ayotzinapa susurrando en el desierto
a los miles de rostros impávidos frente a las voces del más allá del país que no fue
las voces que se suman a otras tantas del antiguo Tlatelolco y del que todo vuelve a comenzar los deambulantes de ayer y de hoy los desollados desmembrados 2666 veces-fosas
Pues ¿Quieres la salvación de México?
¿Quieres prender fuego lo que queda del alma futura de México?
- No
- Sí
Julián Axat en Rimbaud en la CGT.

14 septiembre 2015

Una carta de amor XI


Ay, niña, no queda nada
de todo lo que soñamos,
nuestro amor son estas cartas
que están quemando mis manos,
nuestro amor son estas cartas
que están quemando mis manos.

Son como un ala de luto
volando papel quemado
las cartas donde lloraba
este pecho enamorado.

Flor del olvido
cartas de amor
el que las quema no sabe
que enluta su corazón.

Yo no sé por qué la pena
por tus ojos se va lejos
y no sé por qué los míos
se van dolidos con ellos.

Cartas de amor que se queman
flores negras en el viento,
le dejan al que ha querido
el corazón ceniciento.

Flor del olvido
cartas de amor
el que las quema no sabe
que enluta su corazón.


"Cartas de amor que se queman", de Cuchi Leguizamón y Manuel Castilla.

Versión de Liliana Herrero

30 julio 2015

Target

El paso se interrumpe
un camión descarga lácteos en un mercadito
los hombres hacen fuerza
el chino del mercado da instrucciones
yo pienso en la cadena,
en la cadena alimentaria de las cosas,
lo mejor que puede pasar es que se vendan todas las leches.
 

En qué franja del mundo estoy
en la que hace qué
en la que cree en qué
en la que jamás piensa en qué
 

qué soy exactamente

qué virtudes tengo
en qué franja de la bondad entro.

En el medio de la calle hay un auto dado vuelta
lo custodia una mujer policía
ya no hay personas
no hay accidentados
queda un auto dado vuelta
un auto que ya no sirve tanto
me preocupo por la vida de las personas que iban adentro
cuántos eran
si había niños, una mujer embarazada
un anciano o alguien feliz.

No tengo idea de mi coeficiente mental
cuánto es, qué número tiene
en qué franja estoy

tengo una enfermedad crónica
me pregunto cuánta gente habrá
en la franja de los enfermos crónicos.

Mi vecina está recién operada de la garganta
tiene un hilito de voz
ella está en esa franja
su hija está en la franja de los niños con problemas de peso
yo estuve en la franja de los niños fóbicos
de las nenas a las que le comieron la lengua los ratones.

En qué franja cabe mi felicidad de hoy
en qué segmento va
no sé nadar
estoy en una franja que no me queda bien
a mí dejame en el agua que no me voy a morir
estoy en esa franja.
 

Nadie sabe en qué franja horaria está mi hermana
ese continente no está en esta franja
mi hermana está en la franja de las mujeres altas
yo estoy en la franja de las bajas
y la miro como cuando era chica
hay una franja que nos unirá siempre
la franja de los hijos de Mónica y de Ulises.
 

Se bifurcan las franjas de la identidad
tanto
que dan ganas de correr
hacia la preexistencia.
 

En el bebé diminuto que vi en el subte
iba la gracia
la vida
frágil
nueva
en la madre del bebé diminuto que vi en el subte
iba el miedo a lo inmanejable.
 

La franja de los recién nacidos
es la franja efímera.
 

Estoy en la franja de los que le deben al psiquiatra
de las chicas con mucho corazón
y muchos lunares
en la franja de los que a veces
duermen mal de noche.


Clara Muschietti en Karateka.

26 julio 2015

Una carta de amor X


No sé si esperarte de nuevo
por una mañana o dos.

El jugo en mi sombra es ardiente,
la buena noticia sos vos. Sos vos.

La noche se agota de verme,
quizá es mejor descansar.

Afuera hace frío y es tarde.
El hoy del reloj se durmió. Se fue.

Y vendrás con una sonrisa
envuelta en la brisa,
y me verás inútil demente inconscientemente.
Yo pisaré tu cama de fosas (y no mariposas).

Resolveré la última prosa,
resuelve mis cosas, en soledad.

Lisandro Aristimuño "La última prosa"




31 mayo 2015

El tiempo y los caminos

Imagen extraída de internet

1
Al fin, se desató
el fajín ceñidor de brocado,
con dibujos de flores
de su ropa interior

mas sufro ahora,
trastornado
como la fronda del sauce
en el viento

¿podré acaso borrar este recuerdo
de su cabello despeinado
en el lecho?


112
La lumbre mortecina
aún queda
al lado de mi ventana

y la lluvia
hace caer las hojas
de los árboles de paulonia

mi cabello
encanecería
aun cuando no estuviese
pensando en ti.


189
Con amor en tus ojos
sirve tu vino
en mi copa
sirve tu vino
con amor en tus ojos.


199
¿Por qué no aprendí
a dormir solo
cuando aún
me amaba?


230
Como la flor de cerezo
o una hoja de otoño
que baila en el viento
y se para sobre el agua
dejaré un rato
sobre mi manga
esta luna reflejada
en mi lágrima rociada

¿será él esta vez?
ah, no

¿ves?
Ni siquiera reconozco
el sonido de granizo
sobre las hojas de bambú.


291
Cómo envidio
este corazón mío
siempre contigo
día y noche.



34
Estamos alejados
estamos alejados

el amor acaba en un sueño vano
solo tu memoria me acompaña en el lecho
y me rodea únicamente soledad

mis lágrimas fluyen
en oleaje silencioso
derramándose sobre mis mangas

¿nuestros ríos acaso
se encontrarán de nuevo?

¿nuestros ríos acaso
se encontrarán de nuevo?

Fragmentos del Kanginshu (Japón, 1518). Tomado de Los cantos en el pequeño paraíso, Buenos Aires, Emecé, 2012. (Traductor Masateru Ito).

18 enero 2015

El duelo

"Quizá el duelo, que destruye todas las pautas, destruye algo más: la creencia de que existen pautas. Pero creo que no podemos sobrevivir sin creerlo. Por eso cada uno finge que encuentra o que restablece una. Los escritores creen en las pautas que forman sus palabras, que esperan y confían en que constituyan ideas, historias, verdades. Es lo que los salva siempre, estén o no de luto".
Julian Barnes, Niveles de vida.