22 diciembre 2013

Déjame caer


De un momento, un gesto se convierte en fría calavera
y una lágrima se cae en medio de una vida entera.
Desde adentro sale una canción que no vale la pena,

solo es una nota que se escapa con el aire de una vela.

Cuando la novela se descargue de todo,

búscame al final de tu heladera,
envuélveme en el plástico de tu perfume,
déjame caer otra vez.


¿Cómo se abren las ventanas dentro de mi casa nueva?

¿Dónde corta el brillo de la noche desde tu ceguera?
¿Qué será del viejo calendario que vivió mis días?
¿Quién me dibujó ahí sentada por el resto de mi vida?

Cuando la novela se descargue de todo,

estaré subiendo la escalera
envuelta en la nostalgia de tu perfume
volveré a caer otra vez,

otra vez, volveré a caer otra vez, otra vez...

Lisandro Aristimuño "El plástico de tu perfume" 


Lisandro Aristimuño y Liliana Herrero

26 octubre 2013

Morir leyendo

"Me gustaría morir leyendo [...] No desearía a mi lado la vigilia ansiosa de parientes y amigos sino unas últimas líneas que me transportaran como siempre, más allá, a las vidas que no son las mías, a palabras escritas por quienes quizá han muerto hace años, puede ser una vulgar lista de catálogo, más fácilmente un prospecto: que la muerte me alcance en el momento en que el sentido se me escapa y no sepa si sueño que leo y eso es morir, o si ya olvidé mi lengua y lo ignoro, irme como cuando no se recuerda por qué copa se va o qué saque, como en una sobredosis."
María Moreno "Leer hasta que la muerte nos separe"

02 abril 2013

Una voz propia

 "El mundo es un lugar extraño y es muy fácil sentirse un extranjero en él. El mundo tiene su lengua y, a menudo, somos incapaces de hablarla. ¿En qué idioma habla el mundo? ¿Cómo enseñarlo? ¿Acaso se puede enseñar? Quizá solo podemos inventar, a través del arte, formas plurales y diferentes que traduzcan la extrañeza del mundo: transformar el azar del mundo (y su idioma y su lengua) en una voz propia. Eso se aprende, pero nadie te lo enseña."
  
Fernando Bárcena "Entre generaciones. Notas sobre la educación en la filiación del tiempo" (2012)

28 marzo 2013

El sistema de mi naturaleza

"Descubrí que mi obsesión de que cada cosa estuviera en su puesto, cada asunto en su tiempo, cada palabra en su estilo, no era el premio merecido de una mente en orden, sino al contrario, todo un sistema de simulación inventado por mí para ocultar el desorden de mi naturaleza. Descubrí que no soy disciplinado por virtud, sino por reacción contra mi negligencia; que parezco generoso para encubrir mi mezquindad, que me paso de prudente por mal pensado, que soy conciliador para no sucumbir a mis cóleras reprimidas, que solo soy puntual para que no se sepa cuán poco me importa el tiempo ajeno. Descubrí, en fin, que el amor no es un estado del alma sino un signo del zodiaco."
Gabriel García Márquez Memoria de mis putas tristes (2004)

23 marzo 2013

Pasado el carnaval...



PRA ESCARNHO E MAL DIZER
nen d’armas –ca ei espanto
(Alfonso Rei D. de Castela e de León)

O voo aberto das mariñas á mar grande,
o códice dos soños
baixo o vagar do manto;
o merlo de acebiche con bico limón.
Balteira,
nai e amiga,
puta e soldadeira,
eu eufórico lume na túa casa,
un poema entre as pernas.
Un mariñeiro lonxe, onde os ollos
do que dorme nas torres.
Un pombal de mascatos ebrios.
O solpor de alacráns e o metal que se bate nas campás.
E eu nas torres,
no peitoril da noite,
soñando o mariñeiro
vello como o ir e o vir
sen anos
como un neno.
E eu nas chairas de atardecer opaco,
refuxiado nas liñas mentidas dos xeranios,
no leito óseo das torres.
Eu nas nubes,
espido nas cordas da arpa,
encadeado polas dianas militares,
espido no peitoril da noite,
o neno que se achega onde a dorna,
que é o vello que se arreda dos portos
para que ninguén agarde.
Mirádeme os beizos secos de El Señor
nas torres.
Dicídeme cousas das palabras.
Facédeme cerámicas dos balbordos das lonxas,
tapices coa muitedume do salitre,
vidro co trafego dos peiraos.
Mirádeme en vixilia,
feble polo peso da baíña,
preso no traxe de defensa,
ao pé das torres sempre,
cativo da herdanza,
murcho nas covas
onde o abrigo é cadea.
Os alacráns que roen o resto duna dorna.
E eu saúdo aos presentes
dos pendóns vitoriosos.
E o pranto do neno sin idade.
Non haxa patria que me agarde
nin reino ao que chorar,
dixo o vello que se afasta
nun voo aberto das mariñas á mar grande.  
Manuel Rivas Libro do entroido (1980)

25 octubre 2012

Una carta de amor IX


Estás lejos y al sur

allí no son las cuatro.

Recostado en tu silla

apoyado en la mesa del café
de tu cuarto
tirado en una cama
la tuya o la de alguien
que quisiera borrar
-estoy pensando en ti no en quienes buscan
a tu lado lo mismo que yo quiero-.
Estoy pensando en ti ya hace una hora
tal vez media
no sé.

Cuando la luz se acabe

sabré que son las nueve
estiraré la colcha
me pondré el traje negro
y me pasaré el peine.

Iré a cenar

es claro.

Pero en algún momento

me volveré a este cuarto
me tiraré en la cama
y entonces tu recuerdo
qué digo
mi deseo de verte
que me mires
tu presencia de hombre que me falta en la vida
se pondrán
como ahora te pones en la tarde
que ya es la noche
a ser
la sola única cosa
que me importa en el mundo.

Idea Vilariño "Carta II"

01 octubre 2012

Un mundo perdurable

"Lo que deseo recordarles es algo que me dijeron a mí cuando empecé a enseñar en la universidad. 'Aquellos por los que estás aquí -me dijo mi propio profesor- no son estudiantes tan brillantes como tú. Son estudiantes mediocres con mentes faltas de imaginación que se licencian sin pena ni gloria con un aprobado justito y cuyos exámenes dicen todos las mismas cosas. Los que son realmente buenos pueden cuidar de sí mismos, aunque disfrutarás enseñándoles. Pero son los otros los que de verdad te necesitan.' Esto es aplicable no sólo a la universidad, sino también al mundo. Los gobiernos, la economía, las escuelas, todo lo que forma parte de la sociedad, no existe para beneficio de unas minorías privilegiadas. Estamos capacitados para cuidar de nosotros mismos. Existe por el bien de las personas comunes y corrientes, que no son especialmente inteligentes ni interesantes (a menos, claro está, que nos enamoremos de una de ellas), ni tienen demasiada cultura ni demasiado éxito ni parecen destinadas a tenerlo. Existe por las personas que, a lo largo de la historia, sólo han entrado en ella como individuos con entidad propia al margen de las comunidades a las que pertenecían por la constancia que ha quedado de su paso en las actas de nacimiento, matrimonio y defunción. La única sociedad en la que merece la pena vivir es aquella que haya sido diseñada para ellos, no para los ricos, los inteligentes, los excepcionales, aunque esa sociedad en la que valga la pena vivir deba reservar un espacio y un margen de acción para esas minorías. Sin embargo, el mundo no ha sido creado para nuestro disfrute personal ni hemos venido a él por tal motivo. Un mundo que pretenda que esa es su razón de ser no es un buen mundo ni debería ser un mundo perdurable."
"Dentro y fuera de la Historia", Eric Hobsbawn (1917-2012)

11 marzo 2012

Salvar la vida

"A todos los que hoy imputan la constitución de bandas solo al fenómeno de las banlieues, de los suburbios, les digo: tenéis razón, sí, el paro, sí, la concentración de los excluidos, sí, las agrupaciones étnicas, sí, la tiranía de las marcas, la familia monoparental, sí, el desarrollo de una economía paralela y los chanchullos de todo tipo, sí, sí, sí... Pero guardémonos mucho de subestimar lo único sobre lo que podemos actuar personalmente y que además data de la noche de los tiempos pedagógicos: la soledad y la vergüenza del alumno que no comprende, perdido en un mundo donde todos los demás comprenden. Solo nosotros podemos sacarlo de aquella cárcel, estemos o no formados para ello. Los profesores que me salvaron -y que hicieron de mí un profesor- no estaban formados para hacerlo. No se preocuparon de los orígenes de mi incapacidad escolar. No perdieron el tiempo buscando sus causas ni tampoco sermoneándome. Eran adultos enfrentados a adolescentes en peligro. Se dijeron que era urgente. Se zambulleron. No lograron atraparme. Se zambulleron de nuevo, día tras día, más y más... Y acabaron sacándome de allí. Y a muchos otros conmigo. Literalmente, nos repescaron. Les debemos la vida."
Daniel Pennac Mal de escuela

26 diciembre 2011

Alpha y omega

Los bebés no creen en dios




es predecible el domingo

cuando el bautismo llega

desde atrás

nosotros nos reímos de los fieles y robamos

el diezmo y los jazmines frescos.


el padre que cura acaricia a los primogénitos

sin buenas intenciones mientras receta

tipos convenientes de comportamiento

y los salva del mal por siempre.



todos repiten el estribillo



renuncia al placer ante todo

cree en dios todopoderoso y soberano de la tierra

renuncia al demonio y al error contrario a la verdad.




el padre que cura explica cada palabra

como un semiólogo divino educa y nos libra

del mal

del mar

del más allá.




la fe de los chicos pagada con débito automático

alumbrado por un cirio pascual o signo

del Cristo resucitado

desde atrás

nosotros rogamos que la luz se apague

oh sí que la luz se apague que la luz se apague

porque confiamos en la oscuridad.




los bebés rosados como pollos crudos

levantados por manos lavadas

con alcohol son trofeos ganados a la fuerza

de siglos

de ignorancia.





los bebés rosados como cielos atardecidos

llegan alto, hasta las hélices de los ventiladores

que bañan de aire caliente a los fieles

sí creemos en todos lo que nos proponen.





al acabar

el padre que cura pide limosna
y que todos seamos muy generosos.  
 ***

Alzheimer   
la masa blanda



                                         la masa gris



                                   la masa para hacer comida de domingo



                                   sobre el mantel a la casa dibujada con birome



le llega una carta anónima disfrazada de cuento



                        para pedir la lista de regalos






la anciana no recuerda el instante



la noticia que escucha por la radio como si



fuera la primera vez de todo



                                   quiere conocer la hora  del tiempo



a la mitad de la noche



explota la bengala que el padre no les dejó usar



por miedo a la destrucción del mundo



                                   las plantas los animales los hombres



que crean



las plantas los animales los hombres



                      que comen



recuerdos en platos caros



                                   y de postre



se miran al espejo






la anciana se caga encima y pregunta



cuándo va a gatear



por las dudas compra salvavidas absorbentes



y los usa en la pileta familiar



hace la plancha y tararea un jingle bells



el sol violeta de mañana no la matará de cáncer






antes de todo hay una pregunta que sale



                     como humo translúcido de la casa



sin renos ni chimenea



                      a la hora de la cena el tiempo muerto



los cubre de lenta salsa rosa y ensalada rusa



están preparados para tomar burbujas



                                   que estallen en las bocas



           que murmuren



disculpas por abrir los regalos antes de las doce






al alba el álbum



                                   familiar derramado en el suelo



                                   estampas de bautismo europeo



                                   sobre telas con pespunte



encajes puntillas carreteles



la santísima trinidad de ribetes blancos en sus mejillas






                                   la abuela alimentada por goteo y excesos de azúcar



cabezas pequeñas como



pastillas y extremidades no aptas para el vuelo nocturno



                        al ritmo de tres rosarios incompletos



                                         luciérnagas


                        de la familia que trasciende el entendimiento.

15 mayo 2011

Lectores profanos

"Soy incapaz de demostrar que los lectores profanos disfrutan los libros más que los críticos profesionales; pero sí puedo decir cuál es la ventaja que tenemos en relación con ellos. Nosotros podemos olvidar. Ellos sufren la maldición de la memoria: jamás se borrarán de sus cerebros los libros acerca de los cuales dan clases y escriben. Para ellos se convierten en parte de la familia. Quizá sea ese el motivo por el cual algunos críticos acaban adquiriendo un tono ligeramente paternalista en relación con sus sujetos [...] el lector corriente, pero apasionado puede olvidar; puede irse, serle infiel con otros autores, regresar y sentirse otra vez en éxtasis."
Julian Barnes "Los ojos de Emma Bovary" en El loro de Flaubert

26 abril 2011

Reescrituras IV

Donde habite el olvido,
en los vastos jardines sin aurora;
donde yo sólo sea
memoria de una piedra sepultada entre ortigas
sobre la cual el viento escapa a sus insomnios. 


Donde mi nombre deje
al cuerpo que designa en brazos de los siglos,
donde el deseo no exista. 


En esa gran región donde el amor, ángel terrible,
no esconda como acero
en mi pecho su ala,
sonriendo lleno de gracia aérea mientras crece el tormento. 


Allí donde termine este afán que exige un dueño a imagen suya,
sometiendo a otra vida su vida,
sin más horizonte que otros ojos frente a frente. 


Donde penas y dichas no sean más que nombres,
cielo y tierra nativos en torno de un recuerdo;
donde al fin quede libre sin saberlo yo mismo,
disuelto en niebla, ausencia,
ausencia leve como carne de niño. 


Allá, allá lejos;
donde habite el olvido.


Luis Cernuda “Donde habite el olvido” en Los placeres prohibidos (1931)




Cuando se despertó,
no recordaba nada
de la noche anterior,
”demasiadas cervezas”
dijo al ver mi cabeza,
al lado de la suya en la almohada
y la besé otra vez,
pero ya no era ayer,
sino mañana.
Y un insolente sol,
como un ladrón, entró
por la ventana.

El día que llegó
tenía ojeras malva
y barro en el tacón,
desnudos, pero extraños,
nos vio, roto el engaño
de la noche, la cruda luz del alba.
Era la hora de huir
y se fue sin decir
”llámame un día”.
Desde el balcón, la vi
perderse, en el trajín
de la Gran Vía.
Y la vida siguió,
como siguen las cosas que no
tienen mucho sentido.
Una vez me contó,
un amigo común, que la vio
donde habita el olvido.

La pupila archivó
un semáforo rojo,
una mochila, un peugeot
y aquellos ojos
miopes
y la sangre al galope
por mis venas
y una nube de arena
dentro del corazón
y esta racha de amor
sin apetito.
Los besos que perdí,
por no saber decir
”te necesito”.
Y la vida siguió,
como siguen las cosas que no
tienen mucho sentido,
una vez me contó,
un amigo común, que la vio
donde habita el olvido.

Joaquín Sabina "Donde habita el olvido"

14 marzo 2011

Volcánico

Volver a ti es el camino de servicio 
para sacar palabras de mi chistera rota, 
yo que no entiendo de lindes, tú que me mueves los marcos. 
En el espacio que va de mi despiste a tu sombra 
hay un banco para verlas venir y tú, que lo sabes y callas, 
acechas el salto del temporizador, 3, 2, 1, aquí estoy. 
Ahora que he aprendido a hacer nudos corredizos, 
a usar el paso de las primeras veces, a escatimar en porqués, 
a pedir el último baile a mis fantasmas, 
ahora que me quema tanta vida inerte,
ahora que nada, ahora que no sé si te escribo a ti. 
Al otro lado una voz dice corre, que te echo de menos,  
y yo entretanto tropiezo con el único modo que sé de quererte, 
con el autismo de las paredes de un piso franco, 
con dentelladas de tu piel herida, tengo palabras de mercromina, 
muerdo la mano que me da de comer. 
Me arrastran los faldones de doble forro de la memoria.
Para llegar al magma ya casi no tengo que engañarme.
 
Raquel G. Otero, también conocida como Sybilla Cardinale en www.computodefantasmas.blogspot.com

[Hace mucho, pero mucho que quiero compartir aquí alguna de las maravillas que publica Ra. Ha llegado el momento. Pasen por Cómputo de fantasmas. De verdad vale la pena.]

23 febrero 2011

Palabras contra el olvido

Todos deseamos rescatar a través de la memoria cada fragmento de la vida que súbitamente vuelve a nosotros, por más indigno, por más doloroso que sea. Y la única manera de hacerlo es fijarlo con la escritura.

La literatura, por mucho que nos apasione negarla, permite rescatar del olvido todo eso sobre lo que la mirada contemporánea, cada día más inmoral, pretende deslizarse con la más absoluta indiferencia"

Enrique Vila-Matas Bartleby y compañía

07 febrero 2011

Apuntes de una lectora


Después de casi seis años citando para ustedes lo que otros escriben, creo que ha llegado la hora de compartir algunos apuntes personales de lectura. Impresiones, digamos, sin pretensiones críticas. Entonces: leer, leer, leer y, a veces, escribir. En una época en la que el blog es cada vez más el discreto territorio del “entre nos”, los invito a hacer conmigo un nuevo viaje entre palabras porque creo con Valery que “el universo solo existe sobre el papel”.

25 enero 2011

Reescrituras III

¡Fita aquel branco galán,
olla seu transido corpo!

É a lúa que baila
na Quintana dos mortos.

Fita seu corpo transido,
negro de somas e lobos.

Nai: A lúa está bailando
na Quintana dos mortos.

¿Quén fire potro de pedra
na mesma porta do sono?

¡É a lúa! ¡É a lúa
na Quintana dos mortos!

¿Quén fita meus grises vidros
cheos de nubens seus ollos?

É a lúa, é a lúa
na Quintana dos mortos.

Déixame morrer no leito
soñando con froles d'ouro.

Nai: A lúa está bailando
na Quintana dos mortos.

¡Ai filla, co ár do céo
vólvome branca de pronto!

Non é o ar, é a triste lúa
na Quintana dos mortos.

¿Quén brúa co-este xemido
d'imenso boi melancónico?

Nai: É a lúa, é a lúa
na Quintana dos mortos.

¡Si, a lúa, a lúa
coronada de toxos,
que baila, e baila, e baila
na Quintana dos mortos!

Federico García Lorca





Versión de Carlos Núñez sobre el poema de Lorca:



O primeiro amor que eu teña
ha de ser un arrieiro
que non ten bota sen viño
nin a bolsa sen diñeiro.

¡Fita aquel branco galán,
olla seu transido corpo!
Fita seu corpo transido
negro de somas e lobos.

¿Quén fire potro de pedra
na mesma porta do sono?
¿Quen fita meus grises vidros
cheos de nubens seus ollos?

¡É a lúa! ¡É a lúa
coronada de toxos!
¡É a lúa! ¡É a lúa
na Quintana dos mortos!

Déixame morrer no leito
soñando con froles dóuro.
Nai, a lúa está bailando
na Quintana dos mortos.

¡Ai filla, co ar do céo
vólvome branca de pronto!
Non é o ar, é a triste lúa
na Quintana dos mortos.

¿Quén brúa co-este xemido
de inmenso boi melancónico?
¡Nai, é a lúa, é a lúa
na Quintana dos mortos!

¡É a lúa! ¡É a lúa
coronada de toxos!
¡É a lúa! ¡É a lúa
na Quintana dos mortos!

¡É a lúa! ¡É a lúa
coronada de toxos!
¡E baila, ela, ela baila
na Quintana dos mortos!

21 noviembre 2010

La literatura o la vida

"La literatura no cambia, siempre se puede encontrar lo que se espera, en cambio la vida..."

Ricardo Piglia Blanco nocturno

03 noviembre 2010

Palabras lanzadas al vacío, a la nada, al olvido

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.  

No habrá sino recuerdos. 
Oh tardes merecidas por la pena, 
noches esperanzadas de mirarte, 
campos de mi camino, firmamento 
que estoy viendo y perdiendo... 
Definitiva como un mármol 
entristecerá tu ausencia otras tardes.

Jorge Luis Borges Fervor de Buenos Aires  (1923)


Vigilas desde este cuarto
donde la sombra temible es la tuya.

No hay silencio aquí
sino frases que evitas oír.

Signos en los muros
narran la bella lejanía.

(Haz que no muera
sin volver a verte.)
Alejandra Pizarnik Extracción de la piedra de la locura (1968)

02 noviembre 2010

Una carta de amor VIII

"¿Qué quiere decir "pensar en alguien"? Quiere decir: olvidarlo (sin olvido no hay vida posible) y despertar a menudo de ese olvido. Muchas cosas, por asociación, te recuerdan en mi discurso. "Pensar en ti" no quiere decir otra cosa que esa metonimia. Puesto que en sí, ese pensamiento está vacío: no te pienso; simplemente te hago aparecer (en la misma proporción en que te olvido). Es esta forma (este ritmo) que llamo "pensamiento": no tengo nada que decirte, sino que este nada es a ti a quien lo digo [...] Como deseo, la carta de amor espera su respuesta; obliga implícitamente al otro a responder, a falta de lo cual su imagen se altera, se vuelve otra."

Roland Barthes Fragmentos de un discurso amoroso