26 diciembre 2011

Alpha y omega

Los bebés no creen en dios




es predecible el domingo

cuando el bautismo llega

desde atrás

nosotros nos reímos de los fieles y robamos

el diezmo y los jazmines frescos.


el padre que cura acaricia a los primogénitos

sin buenas intenciones mientras receta

tipos convenientes de comportamiento

y los salva del mal por siempre.



todos repiten el estribillo



renuncia al placer ante todo

cree en dios todopoderoso y soberano de la tierra

renuncia al demonio y al error contrario a la verdad.




el padre que cura explica cada palabra

como un semiólogo divino educa y nos libra

del mal

del mar

del más allá.




la fe de los chicos pagada con débito automático

alumbrado por un cirio pascual o signo

del Cristo resucitado

desde atrás

nosotros rogamos que la luz se apague

oh sí que la luz se apague que la luz se apague

porque confiamos en la oscuridad.




los bebés rosados como pollos crudos

levantados por manos lavadas

con alcohol son trofeos ganados a la fuerza

de siglos

de ignorancia.





los bebés rosados como cielos atardecidos

llegan alto, hasta las hélices de los ventiladores

que bañan de aire caliente a los fieles

sí creemos en todos lo que nos proponen.





al acabar

el padre que cura pide limosna
y que todos seamos muy generosos.  
 ***

Alzheimer   
la masa blanda



                                         la masa gris



                                   la masa para hacer comida de domingo



                                   sobre el mantel a la casa dibujada con birome



le llega una carta anónima disfrazada de cuento



                        para pedir la lista de regalos






la anciana no recuerda el instante



la noticia que escucha por la radio como si



fuera la primera vez de todo



                                   quiere conocer la hora  del tiempo



a la mitad de la noche



explota la bengala que el padre no les dejó usar



por miedo a la destrucción del mundo



                                   las plantas los animales los hombres



que crean



las plantas los animales los hombres



                      que comen



recuerdos en platos caros



                                   y de postre



se miran al espejo






la anciana se caga encima y pregunta



cuándo va a gatear



por las dudas compra salvavidas absorbentes



y los usa en la pileta familiar



hace la plancha y tararea un jingle bells



el sol violeta de mañana no la matará de cáncer






antes de todo hay una pregunta que sale



                     como humo translúcido de la casa



sin renos ni chimenea



                      a la hora de la cena el tiempo muerto



los cubre de lenta salsa rosa y ensalada rusa



están preparados para tomar burbujas



                                   que estallen en las bocas



           que murmuren



disculpas por abrir los regalos antes de las doce






al alba el álbum



                                   familiar derramado en el suelo



                                   estampas de bautismo europeo



                                   sobre telas con pespunte



encajes puntillas carreteles



la santísima trinidad de ribetes blancos en sus mejillas






                                   la abuela alimentada por goteo y excesos de azúcar



cabezas pequeñas como



pastillas y extremidades no aptas para el vuelo nocturno



                        al ritmo de tres rosarios incompletos



                                         luciérnagas


                        de la familia que trasciende el entendimiento.

1 comentario:

Antón de Muros dijo...

Poesía dura, non apta para hipócritas... digo eu.

Bicos.

Antón.