15 septiembre 2006

Maldiciones

Maldición de Oliverio Girondo:

Que los ruidos te perforen los dientes, como una lima de dentista, y la memoria se te llene de herrumbre, de olores descompuestos y de palabras rotas.

Que te crezca, en cada uno de los poros, una pata de araña; que sólo puedas alimentarte de barajas usadas y que el sueño te reduzca, como una aplanadora, al espesor de tu retrato.

Que al salir a la calle, hasta los faroles te corran a patadas; que un fanatismo irresistible te obligue a posternarte ante los tachos de basura y que todos los habitantes de la ciudad te confundan con un meadero.

Que cuando quieras decir: "Mi amor", digas: "Pescado frito"; que tus manos intenten estrangularte a cada rato, y que en vez de tirar el cigarrillo, seas tú el que te arrojes en las salivaderas.

Que tu mujer te engañe hasta con los buzones; que al acostarse junto a ti, se metamorfosee en sanguijuela, y que después de parir un cuervo, alumbre una llave inglesa.

Que tu familia se divierta en deformarte el esqueleto, para que los espejos, al mirarte, se suiciden de repugnancia; que tu único entretenimiento consista en instalarte en la sala de espera de los dentistas, disfrazado de cocodrilo, y que te enamores, tan locamente, de una caja de hierro, que no puedas dejar, ni un solo instante, de lamerle la cerradura.

Espantapájaros, 1932.

Maldición de Tibulo:

Que con su boca sangrienta devore sangrientos manjares;
Tristes brebajes que beba bien rebosantes de hiel;
Vuelen en torno de aquélla las almas que lloran su sino
siempre y que cante violenta desde el tejado la strix;
Que enloquecida, llevada del hambre, en las tumbas las yerbas
busque y los huesos que allí dejan los lobos furiosos
que con los muslos desnudos aúlle cruzando las calles;
que desde el trivio la turba de ásperos perros avance.
Va a ser así: sus señales da el dios: ¡dioses tiene quien ama!
Venus se duele, olvidada por la injusticia que es ley.

Tibulo 1. 5. 49-58 (Trad. Alejandro González en Memoria)

Maldición gitana:

“Ojalá te enamores”.

3 comentarios:

Ra dijo...

Dejas constancia de que hay maldiciones preciosas y divinas (bendito Girondo),y pocas más tremendas que la gitana.Saludo,rapaza!

Anónimo dijo...

Engado unha escrita por W. Shakespeare en CORIOLANO;

"Vos vulgar xauría de cans, cuxo alento detesto tanto coma as miasmas das lameiras pútridas, e cuxo cariño aprecio en tanto coma cadáveres de home sen sepultar, que corrónpeme ar! destérrovos eu a vos, ficade aqui coa vosa inseguridade"

Cobiñas dijo...

Gracias por compartir esta maldición que suena hasta dulce escrita en gallego. Unha aperta, Andrea