25 julio 2007

Todos los caminos conducen a Santiago

Cerro Penitentes, Mendoza - Cordillera de los Andes

El día de Galicia me encuentra lejos de mis dos tierras. Desde hace una semana estoy en la hermosa ciudad de Mendoza pasando unas vacaciones que preludian un congreso de literatura que amenaza con ser tan desorganizado como tedioso. Entre las muchas sorpresas con las que me recibió la provincia me encontré con la novedad de que su santo patrono es Santiago Apóstol.

Mendoza se ubica en una franja de gran actividad sísmica que comparte con Santiago de Chile, ciudad que hoy también festeja. Esta condición que en otro contexto no pasaría de ser un mero dato estadístico, aquí atraviesa cada obra, cada trazo del diseño urbano, cada pensamiento. No es pura superstición: el 20 de marzo de 1861 un terremoto destruyó por completo la Mendoza colonial y terminó con la mitad de sus pobladores: 6.500 personas murieron en cuestión de minutos. La leyenda cuenta que el desastre sobrevino un día de semana santa: fue un castigo por la falta de fe de los mendocinos hecho a la medida de los feudos religiosos que por aquellos años comienzan a perder parte de su hegemonía.

Al igual que en la provincia de Santiago del Estero –que hoy celebra el cuarto centenario de su fundación-, el 25 de julio es feriado provincial en Mendoza. Los homenajes entre los que se incluyen procesiones por la ciudad, regatas en el lago central y competencias varias contrastan con la casi nula actividad comercial que se vuelve mucho más evidente en una ciudad, por estos días, inundada de turistas. “Si trabajamos hoy, el patrono nos mueve el suelo” fue la memoriosa respuesta que obtuvo mi insolente incomprensión capitalina.

No hagamos enojar al santo.

Feliz día de Santiago.

Feliz día de Galicia.

Puente del Inca, Mendoza - Cordillera de los Andes


{Les debo mis fotos hasta el regreso a Buenos Aires, por ahora, van estas extraídas de la web}



2 comentarios:

Ra dijo...

Espero que haya sido una grata experiencia, Andrea.
Besote

Cobiñas dijo...

Más que grata, Ra. Cuando vengas a Argentina de paseo, no dejes de ir a Mendoza. Bicos, A