09 mayo 2007

Vengo de lugares extraños

Vengo de lugares extraños
con dos ojos vencidos de miseria y memoria.

Te encuentro y te acompaño
de negro y oro por caminos ajenos.

Me está dado mirarte con amor
en la ausencia:

déjate amar en tu rincón, en tu quietud
de muérdago silvestre.

En mis tierras germina lo imposible:
tú tienes para mí un país de reposo.

Yo respiro si quieren, si me dejan:
tú tienes para mí una bebida que ignoras.

Te encuentro y te acompaño
de negro y oro por caminos ajenos.

Soy dos ojos brillantes,
de miedo de no verte, ya ciegos.

Susana Thénon La morada imposible I

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