21 noviembre 2010

La literatura o la vida

"La literatura no cambia, siempre se puede encontrar lo que se espera, en cambio la vida..."

Ricardo Piglia Blanco nocturno

03 noviembre 2010

Palabras lanzadas al vacío, a la nada, al olvido

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.  

No habrá sino recuerdos. 
Oh tardes merecidas por la pena, 
noches esperanzadas de mirarte, 
campos de mi camino, firmamento 
que estoy viendo y perdiendo... 
Definitiva como un mármol 
entristecerá tu ausencia otras tardes.

Jorge Luis Borges Fervor de Buenos Aires  (1923)


Vigilas desde este cuarto
donde la sombra temible es la tuya.

No hay silencio aquí
sino frases que evitas oír.

Signos en los muros
narran la bella lejanía.

(Haz que no muera
sin volver a verte.)
Alejandra Pizarnik Extracción de la piedra de la locura (1968)

02 noviembre 2010

Una carta de amor VIII

"¿Qué quiere decir "pensar en alguien"? Quiere decir: olvidarlo (sin olvido no hay vida posible) y despertar a menudo de ese olvido. Muchas cosas, por asociación, te recuerdan en mi discurso. "Pensar en ti" no quiere decir otra cosa que esa metonimia. Puesto que en sí, ese pensamiento está vacío: no te pienso; simplemente te hago aparecer (en la misma proporción en que te olvido). Es esta forma (este ritmo) que llamo "pensamiento": no tengo nada que decirte, sino que este nada es a ti a quien lo digo [...] Como deseo, la carta de amor espera su respuesta; obliga implícitamente al otro a responder, a falta de lo cual su imagen se altera, se vuelve otra."

Roland Barthes Fragmentos de un discurso amoroso

19 octubre 2010

Galicia X Rama

"Quisiera poder escribir
en el sobre de este envío:
'A mi madre,
Cielo de Galicia',
y que llegara a su destino.


Entrada
No se hallará registro de esta tierra en ningún atlas, por grande y minucioso que sea. Se podrá encontrar en ellos todo, las Islas Bienaventuradas o las Tierras del Gran Tamerlán, pero no esta, mucho más pequeña, que se abre hacia el mar y también se rehúsa dentro de valles recoletos. Y sin embargo existe.

Esa mano vacilante que distingue al buen cartógrafo, no ha trazado nunca el arbitrario festón de su contorno, ni dibujado sus ríos con tinta azul, sus montañas de castaño claro, y el resto verde, verde intenso, homogéneo, para ilusionarnos con una vegetación que en verdad va hasta el herrumbre y hasta el negro.

Pero yo sé que existe y dónde. Yo sé el lugar donde sus pueblos se esconden en el campo, apenas revelados por las lámparas encendidas que van de una a otra casa de piedra gris cuando la noche avanza; sé de sus encinas plantadas en círculo y del sembradío minucioso que recubre sus tierras; sé de sus alamedas y también del mar que se abre entre montañas [...]

Cuando me aproximo a esta tierra, es la música la que se adelanta como dueña a saludarme. No puedo olvidarla por una razón simple: la oí por primera vez en una canción de cuna.

Es tierra de mi madre y no mía [...] por ella corrió haciendo pareja con el viento; se perdió en la niebla siguiendo la orilla sinuosa del mar; la oyó cantar desde la entraña recóndita. Por ella corre aún, vieja ya [...] Pero no va sola: aprieta mi mano con la suya en la que el tiempo enfundó un guante áspero. Y vamos a quién corre más y descubre más pronto las primeras manzanas escondidas en el árbol. Y ya no sé, cuando desciendo a este pensamiento, si es ella la que me lleva como niño de la mano o si soy yo el que corre por esa tierra y a mi lado trota mi hija o si son ellas dos, abuela y nieta, las que están descubriendo alborozadas un huerto secreto, en tanto las contemplo desde el vago sueño.

Hay que correr para abarcar la tierra, para que sea nuestra. Una lluvia cerrada la golpea, mojándola, hasta que ya no la vemos; y así, cuando se nos pierde, sabemos de pronto que es nuestra. Esa lluvia que no amengua el esplendor del sol sobre el cual cae, es el tiempo en que vamos perdiéndonos, donde también somos y estamos, vivientes, lujosamente revestidos de capa de agua que no cesa, donde nos reconocemos una última vez como los mismos.

Madre, hija, yo mismo: sangre de una infancia que a través de todos permanece. Para ella la tierra no alcanza y por eso cava en la memoria el acceso a otra en que seguir corriendo bajo el sol y la lluvia. Cuando ya no quede tierra o es poca y cierta la que nos espera, esta otra se extiende largamente ante nosotros. No tiene fin y tienta con mágicos presagios. Es nuestra como ninguna puede serlo, pues nadie nos disputará su materia que pacientemente hemos amasado durante una corta vida."

Ángel Rama Tierra sin mapa (1959)

12 octubre 2010

"Las dos orillas"

"¿Qué habría pasado si lo que sucedió, no sucede? ¿Qué habría pasado si lo que no sucedió, sucede? [...] Gemela de Dios, gemela de los hombres, sobre la laguna de México, cabe el río de Sevilla, se abren al mismo tiempo los párpados del Sol y los de la Luna. Nuestros rostros están rayados por el fuego, pero al mismo tiempo nuestras lenguas están surcadas por la memoria y el deseo. Las palabras viven en las dos orillas. Y no cicatrizan."
Carlos Fuentes "Las dos orillas" en El naranjo

06 julio 2010

A favor del matrimonio universal en Argentina

Apoyo de científicos/as del CONICET e investigadores/as de Argentina a la ley de igualdad y los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, travestis y transexuales.



17 junio 2010

Esa playa última

"AMOROSA ANTICIPACIÓN"

Ni la intimidad de tu frente clara como una fiesta
ni la costumbre de tu cuerpo, aún misterioso
                                                      y tácito de niña,
ni la sucesión de tu vida asumiendo palabras o silencios
serán favor tan misterioso
como mirar tu sueño implicado
en la vigilia de mis brazos.
Virgen milagrosamente otra vez por la virtud absolutoria
                                                                        del sueño,
quieta y resplandeciente como una dicha que
                                                              la memoria elige,
me darás esa orilla de tu vida que tu misma no tienes.
Arrojado a quietud,
divisaré esa playa última de tu ser
y te veré, por vez primera, quizá,
como Dios ha de verte,
desbaratada la ficción del Tiempo,
sin el amor, sin mí. 

Jorge Luis Borges en Luna de enfrente

16 junio 2010

Tu nombre cierto, tu cintura

"TALA"

Llévese estos ojos, piedritas de colores,
esta nariz de tótem, estos labios que saben
todas la tablas de multiplicar y las poesías más selectas.
Le doy la cara entera, con la lengua y el pelo,
me quito las uñas y dientes y le completo el peso.
No sirve esa manera de sentir. Qué ojos ni qué dedos.
Ni esa comida recalentada, la memoria,
ni la atención, como una cotorrita perniciosa.
Tome las inducciones y las perchas
donde cuelgan las palabras lavadas y planchadas.
Arree con la casa, fuera de todo,
déjeme como un hueco o una estaca.
Tal vez entonces, cuando no me valga
la generosidad de Dios, ese boy scout,
y esté igual que la alfombra que ha aguantado
su lenta lluvia de zapatos ochenta años
y es urdimbre nomás, claro esqueleto donde
se borraron los ricos pavorreales de plata,
puede ser que sin voz diga tu nombre cierto
puede ocurrir que alcance sin manos tu cintura.


Julio Cortázar

15 junio 2010

En el centro exacto del abandono

"Pero un restallido en el aire o niebla o lluvia no puede apaciguar, cerrar una herida. No cierra una herida una campana. Una campana no cierra una herida. Fue la noche de Santiago. Llovía moroso en el jardín del Hostal. Me voy a ver los fuegos -dijo- con la gente de negro que vino de muy lejos para ser cuerpo presente (en la plaza iluminada por fuegos que se suceden cada vez más vertiginosos porque la lluvia impedía su natural despliegue, evolución y muerte). Sí -dije- ve, ve, ve (sintiéndome, oh siempre, en el centro exacto del abandono). Vi sus ojos en el resplandor cortado de oscuridades hirientes, súbitas. Vi sus ojos en el sonido de la tormenta, en los colores ardiendo como pájaros muy efímeros. Que se vaya -me dije- yo no pretendo, no intento, no comprendo. No me dejes -dijo- no me exilies de ti. En lo alto, en lo puro del abandono. Llamarme a mí pequeña abandonadora. Antes de desaparecer vi sus ojos no comprendiendo. Trémulo gesto de mi cara para ir a llorar importantemente en la noche del no se sabe quién es abandonado."

Alejandra Pizarnik "La noche de Santiago" (frag) en Prosa completa.

01 junio 2010

Esos ojos

"Sin embargo, no te engañas: esos ojos fluyen, se transforman, como si te ofrecieran un paisaje que solo tú puedes adivinar y desear."

Carlos Fuentes Aura

02 abril 2010

Ambulantes

"Santiago de Compostela. Los jueves por la mañana las mujeres llegan desde sus aldeas a vender verduras en el mercado de Santiago de Compostela. Todas, o casi todas, son viejas. Se sientan en banquitos enanos y charlan con sus clientas, que también son viejas. En las canastas no hay un solo tomate que sea igual a otro; todos tienen alguna marca, un punto negro o un lunar más claro; los mazos de grelos todavía húmedos y coles pequeñas e imperfectas, como cabezas de niño. Cada una de estas mujeres tiene una relación directa con el producto que trae al mercado; viven cerca de Santiago y cerca de esas verduras, en un espacio que todavía hoy conserva algo de arcaico. Seguramente son las últimas que venden verduras orgánicas sin decorarlas con ese adjetivo hiperbólico, mitad técnico y mitad estético, propios de un vocabulario sobre lifestyles."
Beatriz Sarlo en La ciudad vista. Mercancías y cultura urbana

23 marzo 2010

Os que morden cando choran

Eu ben sei destes tormentos
que consomen e devoran,
dos que fan xemer os ventos,
dos que morden cando choran.

Rosalía de Castro "22" fragmento en Cantares gallegos.

10 febrero 2010

En soledad de amor herido

Cántico espiritual

Canciones entre el alma y el esposo


Esposa:

¿Adónde te escondiste,
amado, y me dejaste con gemido?
Como el ciervo huiste,
habiéndome herido;
salí tras ti, clamando, y eras ido. 5

Pastores, los que fuerdes
allá, por las majadas, al otero,
si por ventura vierdes
aquél que yo más quiero,
decidle que adolezco, peno y muero. 10

Buscando mis amores,
iré por esos montes y riberas;
ni cogeré las flores,
ni temeré las fieras,
y pasaré los fuertes y fronteras. 15

(Pregunta a las Criaturas)

¡Oh bosques y espesuras,
plantadas por la mano del amado!
¡Oh prado de verduras,
de flores esmaltado,
decid si por vosotros ha pasado! 20

(Respuesta de las Criaturas)

Mil gracias derramando,
pasó por estos sotos con presura,
y yéndolos mirando,
con sola su figura
vestidos los dejó de hermosura. 25

Esposa:

¡Ay, quién podrá sanarme!
Acaba de entregarte ya de vero;
no quieras enviarme
de hoy más ya mensajero,
que no saben decirme lo que quiero. 30

Y todos cantos vagan,
de ti me van mil gracias refiriendo.
Y todos más me llagan,
y déjame muriendo
un no sé qué que quedan balbuciendo. 35

Mas ¿cómo perseveras,
oh vida, no viviendo donde vives,
y haciendo, porque mueras,
las flechas que recibes,
de lo que del amado en ti concibes? 40

¿Por qué, pues has llagado
aqueste corazón, no le sanaste?
Y pues me le has robado,
¿por qué así le dejaste,
y no tomas el robo que robaste? 45

Apaga mis enojos,
pues que ninguno basta a deshacellos,
y véante mis ojos,
pues eres lumbre dellos,
y sólo para ti quiero tenellos. 50

¡Oh cristalina fuente,
si en esos tus semblantes plateados,
formases de repente
los ojos deseados,
que tengo en mis entrañas dibujados! 55

¡Apártalos, amado,
que voy de vuelo!

Esposo:

Vuélvete, paloma,
que el ciervo vulnerado
por el otero asoma,
al aire de tu vuelo, y fresco toma. 60

Esposa:

¡Mi amado, las montañas,
los valles solitarios nemorosos,
las ínsulas extrañas,
los ríos sonorosos,
el silbo de los aires amorosos; 65

la noche sosegada,
en par de los levantes de la aurora,
la música callada,
la soledad sonora,
la cena que recrea y enamora; 70

nuestro lecho florido,
de cuevas de leones enlazado,
en púrpura tendido,
de paz edificado,
de mil escudos de oro coronado! 75

A zaga de tu huella,
las jóvenes discurran al camino;
al toque de centella,
al adobado vino,
emisiones de bálsamo divino. 80

En la interior bodega
de mi amado bebí, y cuando salía,
por toda aquesta vega,
ya cosa no sabía
y el ganado perdí que antes seguía. 85

Allí me dio su pecho,
allí me enseñó ciencia muy sabrosa,
y yo le di de hecho
a mí, sin dejar cosa;
allí le prometí de ser su esposa. 90

Mi alma se ha empleado,
y todo mi caudal, en su servicio;
ya no guardo ganado,
ni ya tengo otro oficio,
que ya sólo en amar es mi ejercicio. 95

Pues ya si en el ejido
de hoy más no fuere vista ni hallada,
diréis que me he perdido;
que andando enamorada,
me hice perdidiza, y fui ganada. 100

De flores y esmeraldas,
en las frescas mañanas escogidas,
haremos las guirnaldas
en tu amor florecidas,
y en un cabello mío entretejidas: 105

en sólo aquel cabello
que en mi cuello volar consideraste;
mirástele en mi cuello,
y en él preso quedaste,
y en uno de mis ojos te llagaste. 110

Cuando tú me mirabas,
tu gracia en mí tus ojos imprimían;
por eso me adamabas,
y en eso merecían
los míos adorar lo que en ti vían. 115

No quieras despreciarme,
que si color moreno en mí hallaste,
ya bien puedes mirarme,
después que me miraste,
que gracia y hermosura en mí dejaste. 120

Cogednos las raposas,
que está ya florecida nuestra viña,
en tanto que de rosas
hacemos una piña,
y no parezca nadie en la montiña. 125

Deténte, cierzo muerto;
ven, austro, que recuerdas los amores,
aspira por mi huerto,
y corran sus olores,
y pacerá el amado entre las flores. 130

Esposo:

Entrado se ha la esposa
en el ameno huerto deseado,
y a su sabor reposa,
el cuello reclinado
sobres los dulces brazos del amado. 135

Debajo del manzano,
allí conmigo fuiste desposada,
allí te di al mano,
y fuiste reparada
donde tu madre fuera violada. 140

O vos, aves ligeras,
leones, ciervos, gamos saltadores,
montes, valles, riberas,
aguas, aires, ardores
y miedos de las noches veladores, 145

por las amenas liras
y canto de serenas os conjuro
que cesen vuestras iras
y no toquéis al muro,
porque la esposa duerma más seguro. 150

Esposa:

Oh ninfas de Judea,
en tanto que en las flores y rosales
el ámbar perfumea,
morá en los arrabales,
y no queráis tocar nuestros umbrales. 155

Escóndete, carillo,
y mira con tu haz a las montañas,
y no quieras decillo;
mas mira las compañas
de la que va por ínsulas extrañas. 160

Esposo:

La blanca palomica
al arca con el ramo se ha tornado,
y ya la tortolica
al socio deseado
en las riberas verdes ha hallado. 165

En soledad vivía,
y en soledad he puesto ya su nido,
y en soledad la guía
a solas su querido,
también en soledad de amor herido. 170

Esposa:

Gocémonos, amado,
y vámonos a ver en tu hermosura
al monte o al collado
do mana el agua pura;
entremos más adentro en la espesura. 175

Y luego a las subidas
cavernas de la piedra nos iremos,
que están bien escondidas,
y allí nos entraremos,
y el mosto de granadas gustaremos. 180

Allí me mostrarías
aquello que mi alma pretendía,
y luego me darías
allí tú, vida mía,
aquello que me diste el otro día: 185

el aspirar del aire,
el canto de la dulce filomena,
el soto y su donaire,
en la noche serena
con llama que consume y no da pena; 190

que nadie lo miraba,
Aminadab tampoco parecía,
y el cerco sosegaba,
y la caballería
a vista de las aguas descendía. 195

San Juan de la Cruz "Cántico espiritual"

02 febrero 2010

Melancolía

"Es el mismo terreno del recuerdo. También en la memoria los bordes se difuminan, y la vida recordada puede sobreimprimirse en nitidez a la vida vivida. La vida recordada puede deformar hasta tomar la estatura de la pesadilla, bajo la máscara lánguida de la melancolía. Por eso el combate debe ser feroz."

Moira Irigoyen Ese verano

09 diciembre 2009

Tremenda enseñanza

"Antes de tener que cortarle los huevos a alguien, hay que agotar todas las posibilidades."

Fabián Casas "Asterix, el encargado" en Los Lemmings y otros cuentos

08 noviembre 2009

Te leo las pupilas y no puedo convocar tu nombre

Comparto con ustedes el bello texto que Luciana Mellado, poeta que sueña desde el Sur del Sur, imaginó como un reconocimiento a Roberto Bolaño, del que me hizo partícipe. Tremendamente agradecida, como siempre, por la oportunidad de releerlo entre las líneas de tu poema.

"Pierr Menard, el trasandino"

Para Andrea Cobas Carral, que ama como yo a este memorioso y lo conoce mucho más

Qué versión se infiltra en la memoria de los cuerpos
arisca / escrupulosa / constreñida?
¿Qué palabra logra primerear las huellas de la carne
cuando exuda jaurías / cuando cernea tormentas?
¿Quién aviva el fuego de esta confianza boca a boca
en el fugaz aliento que nos ensambla?
Lo raro es que te leo las pupilas y no puedo convocar tu nombre,
detective nocturno, muerto ya para mí
que nunca podré decirte cómo tu voz precipita
el mejor licor para el recuerdo y azuza mis vigilias.
Coreuta de cada nalga, cada falo, cada vagina herida
desfondada por la violencia de una América nazi
que sobrevive persiste permanece
en las escuelas en la televisión en los diarios
en los edificios públicos en los residencias privadas
en la política y en los políticos
en los espejos de allá, detrás de la cordillera
en los espejos de acá, detrás de la cordillera.
¿Cómo puedo yo decir sin ofender a nadie,
que sólo en tu voz que se derrama fuera de las aristas de los libros,
de los ángulos siempre rectos de las hojas / de los libros
pude desbaratar el orden ingrávido de la simultaneidad compendiada
las anacronías de la experiencia del horror empatadas siempre uno a uno
todas en primera o todas en orsay?
Sólo en tu lengua la ceguera dejó de ser metáfora
ensayos de los goznes de una patria buscada contra el vidrio, en el cielo distante.
En tu idioma, que es también el mío, entendí que la historia de los pueblos
no debería escribirse ni de una vez ni de corrido
porque la historia siempre es más larga y enredada que sí misma.
Definitivamente tu estampa es la de Pierr Menard el memorioso,
Pierr con dos erres finales que emigran impares a tu nombre.

Luciana Mellado "Pierr Menard, el trasandino" en Crujir el habla

04 octubre 2009

Gracias, Mercedes

Mercedes Sosa
9 de julio de 1935-4 de octubre de 2009



"Gracias a la vida" de Violeta Parra, cantado desde su exilio





"La canción es urgente" con otras dos grandes, Teresa Parodi y Liliana Herrero


Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio dos luceros que, cuando los abro,
perfecto distingo lo negro del blanco,
y en el alto cielo su fondo estrellado
y en las multitudes el hombre que yo amo.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
graba noche y día grillos y canarios;
martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
y la voz tan tierna de mi bien amado.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado el sonido y el abecedario,
con él las palabras que pienso y declaro:
madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
la ruta del alma del que estoy amando.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
con ellos anduve ciudades y charcos,
playas y desiertos, montañas y llanos,
y la casa tuya, tu calle y tu patio.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me dio el corazón que agita su marco
cuando miro el fruto del cerebro humano;
cuando miro el bueno tan lejos del malo,
cuando miro el fondo de tus ojos claros.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
Así yo distingo dicha de quebranto,
los dos materiales que forman mi canto,
y el canto de ustedes que es el mismo canto
y el canto de todos, que es mi propio canto.

Gracias a la vida que me ha dado tanto.

Violeta Parra



La canción es urgente,
Es un río creciendo,
Una flecha en el aire,
Es amor combatiendo.

Quiero dártela ahora
Que es la hora del fuego,
Que es la hora del grito
Que es la hora del pueblo.

Que nos una amorosa,
Que nos pegue en el pecho,
Que sigamos cantando
No podrán detenernos.

Que tu voz la levante,
Que la suelte en el viento,
Y que suene a victoria
Cuando rompa el silencio.

La canción es simiente,
Es de barro y de cielo,
Es semilla y espiga,
Es futuro y recuerdo.

La canción es urgente,
Viene y va compartiendo
Con dolor y alegría
El mismísimo sueño.

Quiero dártela ahora
Con las ganas que tengo
En el nombre de todos
Los que no se rindieron.

Que tu voz la levante...
Teresa Parodi



Con Fito y Liliana Herrero en la grabación de "Zamba del cielo", que forma parte del último y extraordinario trabajo de Mercedes, su disco doble de duetos Cantora.

20 septiembre 2009

Versiones de Asterión VI

"A veces pienso en la vida clandestina de ciertos pensamientos dañinos. Lo considero un enigma: es el segundo nombre que adquiere su presencia. Conozco una interpretación del mito del laberinto de Creta. Minos tienen pesadillas donde Asterión está asqueado de comerse a los que vienen a usurparle el reino; esos jóvenes que le deben la vida al hastío se esconden tras las paredes de furia y conspiran en la entraña del castigo la creación de una nueva raza. El poder consiste en aterrorizar al miedo, reflexiona Minos, esas paredes se han hecho para multiplicar mi fuerza. El terror es la roca que da forma y divide los pensamientos; Minos no puede dejar de pensar, porque sus pensamientos reflejan la lucha silenciosa que viene al cabo del tiempo a convertirse en hombres-saqueo. Su esposa Pasífae lo mira en silencio, apoyada sobre una columna de ónix. Ha olvidado sus amores con toros desde que vio la humanidad huir del rostro del pequeño; la sangre se le ha vaciado en espera. El detalle empírico del mito es que a Pasífae le gusta el acceso bruto, que deriva del griego 'sexo de asiento'.

Minos no sabe aún que la conspiración, para la cual ese laberinto magnífico ha sido creado, es una forma de agradecimiento de los partisanos. Que para hacerlos salir de su escondite, de sus disfraces de comadreja, debe apelar a la crueldad de donde abreva su fuerza. Intuye, gracias a esta secta apócrifa de pensamientos, que el análisis de la ferocidad, el cuerpo moroso de las sospechas, lo ha obligado finalmente a erigirse en una forma pura de dominio y destrucción física. No basta haber dado un hijo bastardo a la causa (Asterión, fruto del deseo de una reina que mezcla la lujuria de animales y hombres, no tiene causas propias): el pensamiento del ejército debe condescender a su forma física. Mientras, en el centro del laberinto y a través del espesor de los días y los túneles, en cada uno de los recovecos, las paredes rezan: Cuando el Estado se vea obligado a erigirse en una forma pura de dominio y destruccion física, entonces las condiciones de la victoria de la revolución estarán dadas. Las paredes, pero nadie más reza, están todos muertos."

Pola Oloixarac Las teorías salvajes.

24 agosto 2009

A cielo abierto yaceré entre ciénagas

 

El doctor Francisco Laprida, asesinado el día 22
de septiembre de 1829 por los montoneros de Aldao,
piensa antes de morir:

Zumban las balas en la tarde última.
Hay viento y hay cenizas en el viento,
se dispersan el día y la batalla
deforme, y la victoria es de los otros.
Vencen los bárbaros, los gauchos vencen.
Yo, que estudié las leyes y los cánones,
yo, Francisco Narciso de Laprida,
cuya voz declaró la independencia
de estas crueles provincias, derrotado,
de sangre y de sudor manchado el rostro,
sin esperanza ni temor, perdido,
huyo hacia el Sur por arrabales últimos.
Como aquel capitán del Purgatorio
que, huyendo a pie y ensangrentando el llano,
fue cegado y tumbado por la muerte
donde un oscuro río pierde el nombre,
así habré de caer. Hoy es el término.
La noche lateral de los pantanos
me asecha y me demora. Oigo los cascos
de mi caliente muerte que me busca
con jinetes, con belfos y con lanzas.
Yo que anhelé ser otro, ser un hombre
de sentencias, de libros, de dictámenes,
a cielo abierto yaceré entre ciénagas;
pero me endiosa el pecho inexplicable
un júbilo secreto. Al fin me encuentro
con mi destino sudamericano.
A esta ruinosa tarde me llevaba
el laberinto múltiple de pasos
que mis días tejieron desde un día
de la niñez. Al fin he descubierto
la recóndita clave de mis años,
la suerte de Francisco de Laprida,
la letra que faltaba, la perfecta
forma que supo Dios desde el principio.
En el espejo de esta noche alcanzo
mi insospechado rostro eterno. El círculo
se va a cerrar. Yo aguardo que así sea.
Pisan mis pies la sombra de las lanzas
que me buscan. Las befas de mi muerte,
los jinetes, las crines, los caballos,
se ciernen sobre mí ... Ya el primer golpe,
ya el duro hierro que me raja el pecho,
el íntimo cuchillo en la garganta.
Jorge Luis Borges "Poema conjetural" en El otro, el mismo

[Hoy cumpliría 110 años el gran Jorge Luis Borges. Les dejo aquí uno de sus más bellos poemas.]

16 julio 2009

Na flor dos meus anos

A interpretación desta canción na voz da Señora Carmen garda para min unha profunda emoción que non quero deixar de compartir con vós.



Ai alá na flor dos meus anos
ai fun anos sacrificada
Ai sufrín penas, sufrín males
Ai, ai o que eu levo pasado

Ai os meus olliños secaron
Ai de tanto por ti chorare
Agora non teño consolo
Ai aliviai o meu penare.

¡Ai Sara!¡Ai Dora!
¡Ai Sara, túa nai chora!
¡Ai Sara!¡Saronhe!
¡Ai Sara, do corazonhe!

Ai estreliña do mencere
Irmán pequeniña da lúa
Non aumentes as miñas dores
Ai deste mal que non ten cura.

¡Ai Sara!¡Ai Dora!
¡Ai Sara, túa nai chora!
¡Ai Sara!¡Saronhe!
¡Ai Sara, do corazonhe!

Ai San Antoño de Lisboa
Ai feito de pau de sanguiño
Ai dame lume, dame forza
para non perde-lo camiño

¡Ai Sara, Sariña!
¡Ai Sara, ti é-la miña!
¡Ai Sara, Saronhe!
¡Ai Sara, do corazonhe!

18 junio 2009

Pasado el carnaval


Los amigos son tan En recuerdo
pero tan espeluznantemente bellos de John Keats
que yo les gritaría Bienvenidos &
Gozoso: lleno de lágrimas Percey B. Shelley
Así vinieran del Infierno
Robert Lowell

Cosquilleaste el número Hora Zero de la muerte
Le dijiste 1 hola muy despacio & muy seguro
Tu barba roja / tu barba-roca / tu barba-rola
destapaba alcoholes / se abonaba a sí misma
Solitita carbonera grutalmente
a sí misma se cremaba
Latido intenso de la estirpe Pajarraco
Bailarín inmóvil en los patios del abismo
Vómito inmóvil en los patios del abismo
Vómito rodante / sin público sin groupies
Ni 1 sola pluma en tu cachucha de polvo enamorado
Abrías la boca & te faltaban dientes
Tus pantalones se licuaban sin su cuello de botella
La embriaguez fue tu debilidad & fue tu fuerza
Tu cangrejo sin patas / tu buen lodo curativo
Soles con pestañas de luna
acompañaban el vals de tus hastíos
Músicas próximas al rayo
Tétano sin aire / que sólo tú veías
Aquí que rompa tu risa la ranura
Que tus albures de humo descalabren la rocola
La Mano & la Tras
/ la mantis religiosa & el trishtrash /
te los has ganado tatuado muy en ti
: con el pellejo pelado a picotazos :
La nalga & el garfio de la vida
ya no pueden expulsarte
o negarte la regia efusividad de 1 sombrerazo
Si la muerte se te mueve
si la muerte se te muere
estámpale 1 coscorrón & 3 besotes
Pasado el carnaval
¿por qué vamos a excluir a la peste de esta fiesta?
Tú que te sabías tan a pulso las manías-agujero
las obsesiones-arena convulsiva de nuestra hermanita
la energía
Apostaste a poblar los hoyos negros
Sabías que hasta las aguantables estrellas maromeras
podían susurrar Ño / ño ño ño
tirar la cobija tlaxcalteca
rayonearse ellas mismas la cornada
& ¡Zas! ¡Pum! ¡Talas!
iluminar tristes trechos
con el solo calambre de las piernas
¿Qué se fizo del humor que salía de tus braseros?
¿Ónde ondean / a estas horas
tus pulposos ligamentos?
Tus amigos de este espacio ((despacioso))
tus cuatreros contlapaches
de este sótano apedreadamente antiescultórico
tus carnales caraefoca
tus camisas ((entreabiertas))
encantados cancioneros-calentura
te abrazamos & enjuagamos
Somos monstruos espumeantes en el logos del rocío
Lophophoras que te silban / vida iliota
El 1 & el 3 jardinean el laberinto
La liebre de marzo restalla sus 6 dientes
Toda mosca besa su cristal / sus pedregales
Difícil es decir ya no nos vicios
Hermoso Jesús Luis
Casi tú mismo.
Mario Santigo Papasquiaro "Va por ti José Luis" en Aullido de cisne

18 mayo 2009

El sur también existe

Joaquín Torres García "América invertida"

Con su ritual de acero
sus grandes chimeneas
sus sabios clandestinos
su canto de sirenas
sus cielos de neón
sus ventas navideñas
su culto de dios padre
y de las charreteras
con sus llaves del reino
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
el hambre disponible
recurre al fruto amargo
de lo que otros deciden
mientras el tiempo pasa
y pasan los desfiles
y se hacen otras cosas
que el norte no prohíbe
con su esperanza dura
el sur también existe

con sus predicadores
sus gases que envenenan
su escuela de Chicago
sus dueños de la tierra
con sus trapos de lujo
y su pobre osamenta
sus defensas gastadas
sus gastos de defensa
con sus gesta invasora
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cada uno en su escondite
hay hombres y mujeres
que saben a qué asirse
aprovechando el sol
y también los eclipses
apartando lo inútil
y usando lo que sirve
con su fe veterana
el Sur también existe

con su corno francés
y su academia sueca
su salsa americana
y sus llaves inglesas
con todos su misiles
y sus enciclopedias
su guerra de galaxias
y su saña opulenta
con todos sus laureles
el norte es el que ordena

pero aquí abajo abajo
cerca de las raíces
es donde la memoria
ningún recuerdo omite
y hay quienes se desmueren
y hay quienes se desviven
y así entre todos logran
lo que era un imposible
que todo el mundo sepa
que el Sur también existe

Mario Benedetti "El sur también existe"



01 mayo 2009

Non hei barqueiro nen sei remar

Sedia-me eu na ermida de San Simón
e cercaron-mi as ondas que grandes son.
Eu atendendo o meu amigo,
eu atendendo o meu amigo.

Estando na ermida, ante o altar
cercaron-mi as ondas grandes do mar.
Eu atendendo o meu amigo,
eu atendendo o meu amigo.

E cercaron-mi as ondas que grandes son,
non hei barqueiro nen remador.
Eu atendendo o meu amigo,
eu atendendo o meu amigo.

E cercaron-mi as ondas do alto mar,
non hei barqueiro nen sei remar,
Eu atendendo o meu amigo,
eu atendendo o meu amigo.

Non hei barqueiro nen remador,
morrerei fremosa no mar maior
Eu atendendo o meu amigo,
eu atendendo o meu amigo.

Non hei barqueiro nen sei remar
e morrerei fremosa no alto mar
Eu atendendo o meu amigo,
eu atendendo o meu amigo.

Mendiño "Sedia-me eu na ermida de San Simón", século XIII.

29 abril 2009

Un adiós

Cuando una boca suave dormida besa
como muriendo entonces,
a veces, cuando llega más allá de los labios
y los párpados caen colmados de deseo
tan silenciosamente como consiente el aire,
la piel con su sedosa tibieza pide noches
y la boca besada
en su inefable goce pide noches, también.
Ah, noches silenciosas, de oscuras lunas suaves,
noches largas, suntuosas, cruzadas de palomas,
en un aire hecho manos, amor, ternura dada,
noches como navíos...
Es entonces, en la alta pasión, cuando el que besa
sabe ah, demasiado, sin tregua, y ve que ahora
el mundo le deviene un milagro lejano,
que le abren los labios aún hondos estíos,
que su conciencia abdica,
que está por fin él mismo olvidado en el beso
y un viento apasionado le desnuda las sienes,
es entonces, al beso, que descienden los párpados,
y se estremece el aire con un dejo de vida,
y se estremece aún
lo que no es aire, el haz ardiente del cabello,
el terciopelo ahora de la voz, y, a veces,
la ilusión ya poblada de muertes en suspenso.

Idea Vilariño "Cuando una boca suave dormida besa..."

11 abril 2009

Zamba para olvidarte

No sé para que volviste
si ya empezaba a olvidar.
No sé si ya lo sabrás,
lloré cuando vos te fuiste.
No sé para que volviste.
Qué mal me hace recordar.

La tarde se ha puesto triste
y yo prefiero callar
para qué vamos a hablar
de cosas que ya no existen.
No sé para que volviste,
ya ves que es mejor no hablar.

Qué pena me da saber que al final
de este amor ya no queda nada.
Sólo una pobre canción
da vueltas por mi guitarra
y hace rato que te extraña
mi zamba para olvidar.

Mi zamba vivió conmigo
parte de mi soledad.
No sé si ya lo sabrás,
mi vida se fue contigo,
contigo, mi amor, contigo.
Qué mal me hace recordar.

Mis manos ya son de barro.
Tanto apretar al dolor.
Y ahora que me falta el sol
no sé qué venís buscando.
Llorando, mi amor, llorando
también olvídame vos.


Daniel Toro "Zamba para olvidarte"








Mercedes Sosa y Soledad Pastorutti - Cosquín 2008

05 abril 2009

Claves para fundar un reino

Hay una ducha al fondo

de la casa

y cada tardecita

después del calor, el río

los mates, las conversaciones

sudorosas en el porche

es la hora del baño

Atravieso los ligustros

dejo la toalla en una rama

el jabón

sobre un tronquito

hachado al ras; un mínimo

preparativo antes de hacer

correr

el agua

Fría al comienzo

después más tibia

llega la que el sol

abrasó en el tanque

de fibrocemento

el día entero

Al aire libre

la caña de ámbar

vuelve encantamiento,

el rito diario;

me lavo la cabeza

me bajo los breteles,

la malla y vigilo, casi

con inconsciente cuidado

que los sonidos sean

los habituales:

algún zorzal

que levanta vuelo

una gallineta que picotea

las últimas migas

en el pasto, esa quietud

atardeciendo

las casas vecinas

y la variedad inabarcable

de hojas y ramas en el monte

extasiadas rozándose

Me enjabono

la espalda, los hombros

arden y otra vez el agua

reciben plácidos,

más sensible

el borde sin solear

del cuerpo siempre enmallado;

los pelitos de la vulva emblanquecen

con la sedosa jabonada

y los pezones se agrandan

bajo las marcas

geométricas del escote

Abro por completo la ducha

y el caudal

cae a brochazos

casi helada me apura

fuera del letargo

de la respiración;

hasta que cierro y vuelvo

al calor de las telas

al sigilo en la toalla

mientras el agua

por la zanjita

perfumada corre

como un suspiro aliviado

como un instante amoroso

y su exigente vigilia

No sabe nadie

nadie presencia

mi tarde detrás

del arroyo;

piedrita que alguien regala

y al aceptarla toma

la forma de tu mano;

no tiene valor

no se cotiza

ni siquiera se pone

en una vitrina

de objetos exóticos;

se vive con poco

con nada

se hace un reino.

Alicia Genovese "El baño" en Química diurna


La noche como valva

Oír, oír, oír,
la noche como valva,
con ijar de lebrel
o vista acornejada,
y temblar y ser fiel,
esperando hasta el alba.

Gabriela Mistral "La cabalgata" fragmento.

04 marzo 2009

Así es la historia

"La historia no es más que una sucesión de monstruos o de víctimas. O de testigos."

Chuck Palahniuk Rant. La vida de un asesino.

13 febrero 2009

Solipsistas

"Todos tenemos nuestros pequeños engaños solipsistas, nuestras sospechas macabras de ser totalmente singulares: creemos ser los únicos que llenamos la cubetera, que retiramos los platos limpios del lavavajillas, que meamos ocasionalmente en la ducha, los únicos a quienes les tiemblan los párpados en las primeras citas. Que sólo nosotros convertimos la súplica en cortesía. Que sólo nosotros oímos el gemido dramático que se esconde tras el bostezo de un perro, el suspiro arcano que suena al abrir una jarra sellada herméticamente, la risotada estrepitosa al freír un huevo, el lamento en re menor al rugir la aspiradora. Que sólo nosotros sentimos al anochecer ese pánico que siente el niño novato en el jardín de infantes cuando su madre se marcha y lo deja solo. Que sólo nosotros amamos el sólo-nosotros. El solipsismo es lo que nos une [...] Nunca somos otra cosa que caras en la multitud."

David Foster Wallace "Hacia el oeste, el avance del imperio continúa" en La niña del pelo raro.

05 enero 2009

Belleza

"Lo único que me quedó es un puñado de imágenes cuya belleza inútil me atormentará mientras viva. A veces pienso que mientras te quedan otras cosas no apreciás del todo la belleza, no, para apreciar del todo la belleza tenés que estar medio hecho mierda, sólo podés apreciarla cuando es lo único que te queda, ¿no?"
Carlos Gamerro "Fulgores nocturnos" en El libro de los afectos raros

02 diciembre 2008

Perspectivas

"¿Por qué? ¿Por qué lo que fue hermoso, cuando miramos atrás, se nos vuelve quebradizo al saber que ocultaba verdades amargas? [...] A veces un final doloroso hace que el recuerdo traicione la felicidad pasada. A lo mejor es que la única felicidad verdadera es la que dura siempre. Porque sólo puede tener un final doloroso lo que ya era doloroso de por sí, aunque no fuéramos conscientes de ello, aunque lo ignorásemos. Pero un dolor inconsciente e ignorado ¿es dolor?"
Bernhard Schlink El lector