20 septiembre 2009

Versiones de Asterión VI

"A veces pienso en la vida clandestina de ciertos pensamientos dañinos. Lo considero un enigma: es el segundo nombre que adquiere su presencia. Conozco una interpretación del mito del laberinto de Creta. Minos tienen pesadillas donde Asterión está asqueado de comerse a los que vienen a usurparle el reino; esos jóvenes que le deben la vida al hastío se esconden tras las paredes de furia y conspiran en la entraña del castigo la creación de una nueva raza. El poder consiste en aterrorizar al miedo, reflexiona Minos, esas paredes se han hecho para multiplicar mi fuerza. El terror es la roca que da forma y divide los pensamientos; Minos no puede dejar de pensar, porque sus pensamientos reflejan la lucha silenciosa que viene al cabo del tiempo a convertirse en hombres-saqueo. Su esposa Pasífae lo mira en silencio, apoyada sobre una columna de ónix. Ha olvidado sus amores con toros desde que vio la humanidad huir del rostro del pequeño; la sangre se le ha vaciado en espera. El detalle empírico del mito es que a Pasífae le gusta el acceso bruto, que deriva del griego 'sexo de asiento'.

Minos no sabe aún que la conspiración, para la cual ese laberinto magnífico ha sido creado, es una forma de agradecimiento de los partisanos. Que para hacerlos salir de su escondite, de sus disfraces de comadreja, debe apelar a la crueldad de donde abreva su fuerza. Intuye, gracias a esta secta apócrifa de pensamientos, que el análisis de la ferocidad, el cuerpo moroso de las sospechas, lo ha obligado finalmente a erigirse en una forma pura de dominio y destrucción física. No basta haber dado un hijo bastardo a la causa (Asterión, fruto del deseo de una reina que mezcla la lujuria de animales y hombres, no tiene causas propias): el pensamiento del ejército debe condescender a su forma física. Mientras, en el centro del laberinto y a través del espesor de los días y los túneles, en cada uno de los recovecos, las paredes rezan: Cuando el Estado se vea obligado a erigirse en una forma pura de dominio y destruccion física, entonces las condiciones de la victoria de la revolución estarán dadas. Las paredes, pero nadie más reza, están todos muertos."

Pola Oloixarac Las teorías salvajes.