26 febrero 2007

Una carta de amor III

Vuela esta canción para tí, Lucía,
la más bella historia de amor
que tuve y tendré.
Es una carta de amor
que se lleva el viento
pintada en mi voz,
a ninguna parte,
a ningún buzón.

No hay nada más bello
que lo que nunca he tenido.
Nada más amado
que lo que perdí.
Perdóname si
hoy busco en la arena
una luna llena
que arañaba el mar...

Si alguna vez fui un ave de paso,
lo olvidé pa' anidar en tus brazos.
Si algún vez fui bello y fui bueno,
fue enredado en tu cuello y tus senos.
Si alguna vez fui sabio en amores,
lo aprendí de tus labios cantores.
Si alguna vez amé,
si algún día después de amar, amé,
fue por tu amor, Lucía.

Tus recuerdos son
cada día más dulces.
El olvido sólo se llevó la mitad,
y tu sombra aún
se acuesta en mi cama
con la oscuridad,
entre mi almohada
y mi soledad.

Joan Manuel Serrat

21 febrero 2007

Estátua falsa

Só de ouro falso os meus olhos se douram;
Sou esfinge sem mistério no poente.
A tristeza das coisas que não foram
Na minha'alma desceu veladamente.

Na minha dor quebram-se espadas de ânsia,
Gomos de luz em treva se misturam.
As sombras que eu dimano não perduram,
Como Ontem, para mim, Hoje é distância.

Já não estremeço em face do segredo;
Nada me aloira já, nada me aterra:
A vida corre sobre mim em guerra,
E nem sequer um arrepio de medo!

Sou estrela ébria que perdeu os céus,
Sereia louca que deixou o mar;
Sou templo prestes a ruir sem deus,
Estátua falsa ainda erguida ao ar...

Mário de Sá-Carneiro Dispersão.

16 febrero 2007

Alasumma

"Alasumma nació pigmentado con todos colores según un dibujo simétrico que no se ha modificado mucho con el tiempo; cuando descansa parece una mariposa. Alrededor de los ojos es azul y alrededor de este azul rojo, un rojo que contrasta vivamente con el amarillo de la cara; desde la punta de la nariz hasta el nacimiento del pelo, en lo alto de la frente, corre una delicada franja roja salpicada de puntos blancos; debajo de la nariz es de nuevo azul y a los lados, a la altura de los bigotes negros que lleva afeitados, rojo; esta franja roja llega hasta abajo de las orejas y está rodeada de otra franja, blanca, cubierta de puntos azules, que la separa de la barba hirsuta. Y así en el resto del cuerpo, en amarillo, azul, rojo y blanco; también el sombrero y el taparrabos, de tercipelo rojo adornado con duras florcitas amarillas y plumas azules, negras y rojas de los pájaros de las islas. Porque Alasumma se gana la vida bailando; sus bailes no son gran cosa, pero el espectáculo es él mismo, decorado así de nacimiento. Sus largos dedos están surcados por otras tantas rayas rojas que se unen formando un haz al dorso de la mano, y estas rayas se extienden y se bifurcan por doquier, dibujando esos óvalos que en las mariposas se llaman ocelos y que en el cuerpo de Alasumma ya son un comienzo de danza. En él, la naturaleza ha querido refutar, al menos una vez, la irrefutable, casi lastimosa fealdad de la desnudez humana: este animal despellejado y deforme, esta pobre imitación de un simio al que milenios de mezquindad han dejado sin pelo, se enciende por un instante efímero en Alasumma con los colores de las tierras cálidas y ahora baila, como Dios manda, para demostrar cuán grises son estos pueblos que sin ningún derecho ocupan la hermosa tierra y la entristecen. Es como decir: sí, hubieras podido ser tan hermoso como él, pero, solo entre las bestias, fuiste omitido en el boceto del mundo, único olvido mío, hombre, paradigma del monstruo."

Rodolfo Wilcock El libro de los monstruos

11 febrero 2007

13

explicar con palabras de este mundo
que partió de mí un barco llevándome

Alejandra Pizarnik Árbol de Diana

03 febrero 2007

Costumbres

"Lo verdaderamente nuevo da miedo o maravilla. Estas dos sensaciones igualmente cerca del estómago acompañan siempre la presencia de Prometeo; el resto es la comodidad, lo que siempre sale más o menos bien; los verbos activos contienen el repertorio completo.
Hamlet no duda: busca la solución auténtica y no las puertas de la casa o los caminos ya hechos -por más atajos y encrucijadas que propongan. Quiere la tangente que triza el misterio, la quinta hoja del trébol. Entre sí y no, qué infinita rosa de los vientos. Los príncipes de Dinamarca, esos halcones que eligen morirse de hambre antes de comer carne muerta."
Julio Cortázar "¿Qué tal, López?" en Historias de cronopios y de famas