28 noviembre 2006

Danza da lúa en Santiago

¡Fita aquel branco galán,
olla seu transido corpo!

É a lúa que baila
na Quintana dos mortos.

Fita seu corpo transido,
negro de somas e lobos.

Nai: A lúa está bailando
na Quintana dos mortos.

¿Quén fire potro de pedra
na mesma porta do sono?

¡É a lúa! ¡É a lúa
na Quintana dos mortos!

¿Quén fita meus grises vidros
cheos de nubens seus ollos?

¡É a lúa! ¡É a lúa!
na Quintana dos mortos.

Déixame morrer no leito
soñando con froles d'ouro.

Nai: A lúa está bailando
na Quintana dos mortos.

¡Ai filla, co ár do céo
vólvome branca de pronto!

Non é o ar, é a triste lúa
na Quintana dos mortos.

¿Quén brúa co-este xemido
d'imenso boi melancónico?

Nai: é a lúa, é a lúa
na Quintana dos mortos.

Si, a lúa, a lúa
coronada de toxos,
¡que baila, e baila, e baila
na Quintana dos mortos!

Federico García Lorca Seis poemas gallegos


25 noviembre 2006

Una escena de lectura

El desempleado le lee una fábula a un niño:

“'La cigarra y la hormiga'. Érase una vez un país en el que vivían una cigarra y una hormiga. La hormiga era hacendosa y trabajadora y la cigarra, no: le gustaba cantar y dormir mientras la hormiga hacía sus labores. Pasó el tiempo, la hormiga trabajó y trabajó todo el verano, ahorró cuanto pudo y cuando llegó el invierno, la cigarra se moría de hambre y de frío, mientras que la hormiga tenía de todo... ¡Qué hija de puta la hormiga! La cigarra llegó a la puerta de la hormiga que le dijo “cigarrita, cigarrita, si hubieras trabajado como yo ahora no pasarías hambre y frío, y no le abrió la puerta....” ¿Pero quién ha escrito esto? Porque esto no es así, las cosas no son así, la hormiga... esta es una hormiga de la gran puta, y una especuladora y, además, aquí lo que no se dice es por qué unos nacen cigarra y otros hormiga, porque si se nace cigarra, estás jodido... ¡y eso aquí no lo pone!”

Los lunes al sol

21 noviembre 2006

Imágenes del pasado

"Neruda el pueblo te saluda"
Río Mapocho, Santiago de Chile - Enero de 2005






Montevideo - Agosto de 2006

18 noviembre 2006

Tres versiones del Cid


Cantar del Mío Cid

El Campeador se dirigió a su posada,
así como llegó a la puerta hallóla bien cerrada
por miedo al rey Alfonso así habían acordado
que si no la quebraba a la fuerza que no se la abriera nadie.
Los del mío Cid a altas voces llaman.
los de adentro no les quieren decir palabra.

Aguijó mío Cid, a la puerta se allegaba,
sacó el pie del estribo, un fuerte golpe daba,
no se abre la puerta que estaba bien cerrada.
Una niña de nueve años se acercaba:
"¡Ya Campeador, en buena hora ceñiste espada!
El rey lo ha vedado, anoche llegó su carta
con gran recado y bien sellada.
No osaremos abriros ni acoger por nada,
si no, perderíamos los haberes y las casas
y además los ojos de las caras.
Cid, en nuestro mal vos no ganáis nada,
mas ¡el creador vos valga con las sus virtudes santas!"

Esto la niña dijo y retornó a su casa.
Ya lo ve el Cid que del rey no debía esperar gracia.
Partiendo de la puerta, por Burgos aguijaba.


"Castilla"

El ciego sol se estrella
en las duras aristas de las armas,
llaga de luz los petos y espaldares
y flamea en las puntas de las lanzas.
El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
el destierro, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro- , el Cid cabalga.
Cerrado está el mesón a piedra y lodo.
Nadie responde. Al pomo de la espada
y al cuento de las picas el postigo
va a ceder... ¡Quema el sol, el aire abrasa!
A los terribles golpes,
de eco ronco, una voz pura, de plata
y de cristal responde... Hay una niña
muy débil y muy blanca
en el umbral. Es toda
ojos azules y en los ojos lágrimas.
Oro pálido nimba
su carita curiosa y asustada.
“¡Buen Cid, pasad...! El rey nos dará muerte,
arruinará la casa,
y sembrará de sal el pobre campo
que mi padre trabaja...
Idos. El cielo os colme de venturas...
¡En nuestro mal, oh Cid no ganáis nada!”
Calla la niña y llora sin gemido...
Un sollozo infantil cruza la escuadra
de feroces guerreros,
y una voz inflexible grita “¡En marcha!”
El ciego sol, la sed y la fatiga.
Por la terrible estepa castellana,
al desierto, con doce de los suyos
-polvo, sudor y hierro-, el Cid cabalga.

Manuel Machado


"M. Machado"
Paráfrasis

Polvo
Sudor
Y
Hierro
El
Che
Cabalga

Efraín Huerta

09 noviembre 2006

La lucha de clases en la verdulería

Comparto con ustedes este original análisis sociológico de mi amigo Zedi Cioso:

"La mandarina es la fruta proletaria por antonomasia, esmerada y luchadora, se monta todo los días al colectivo para acudir a la obra o la fábrica, donde se desempeña en extenuantes jornadas de ocho horas. Siempre lista para ser pelada y explotada, sin auxilio de utensilio alguno, y respetuosa al punto de no manchar y chorrear, sin embargo las otras frutas la discriminan por su aroma penetrante, producto del infrutado trabajo al que es sometida.


La naranja de jugo es clase media baja, muy explotada, quizá más que la mandarina, pero aparenta un estándar de vida superior. La naranja con ombligo, por el contrario, cuenta con casa propia y se toma vacaciones en la costa todos los veranos.

La clase media alta de los cítricos está ocupada por el pomelo, claro que incluso aquí hay conflictos por un desigual reparto de la renta que favorece a la oligarquía del pomelo rosado por sobre la burguesía nacional del pomelo amarillo, aunque ambos exigen múltiples operaciones para su degustación que incluyen bol, cuchillo, azúcar y cucharita, lo que nos permite arribar a la conclusión de que, entre los cítricos, el lugar en la escala social es inversamente proporcional a la dificultad inherente a su consumo.


En esta particular familia frutal hay un brutal reparto de la riqueza: La sandía es proletaria, pero al menos ostenta el grado de obrero calificado, y se da el lujo de trabajar tres meses al año mientras que el melón es oligarca, artero y embaucador, abundan las teorías para descular si está a punto o no. Todas fallan a su debido momento.

La frutilla es clase alta, pero en diversas coyunturas adversas desciende hacia la más ramplona clase media y se rebaja hasta dos pesos el kilo, instancia durante la cual la humillación que sufre llega al grado de ser adquirida por abnegadas amas de casa que eluden su consumo directo y las convierten en dulce de conserva.

El durazno, la ciruela y el damasco son clase media progresista, solidarios y preocupados por la situación social, siempre dispuestos a votar a la centroizquierda y dar una mano cuando sea necesario.

La banana llega envuelta en misterio. Ni siquiera es seguro que se trate de una fruta (¿No hay países donde se la fríe en aceite para acompañar la comida? ¿No responde también al nombre de plátano? ¿Viaja con pasaporte falso?). No se sabe dónde trabaja ni cómo obtiene sus ingresos, alterna entre el lumpenproletariado y los negociados del narcotráfico y el lavado de dinero. Su posición es holgada pero sus métodos son más que sospechosos.

El kiwi vive muy bien, lo que no es de extrañar tratándose de un miembro del servicio diplomático. Representante de gobiernos foráneos, hace lobby por los intereses de sus empresas de bandera, pero su creciente parecido con un testículo de toro lo hace cada vez menos apetecible para una población que sufrió y gozó una década con sus tejes y manejes.

La uva es un pariente del interior que posee campos y nos visita con toda su familia una vez al año para alegrarnos en las noches tórridas de verano. Si bien es cierto que tiene mucha plata eso no cambia su estilo campechano y su don de gente. Además le debemos el vino, por lo que le estamos eternamente agradecidos.

La manzana se esforzó y logró un título universitario, lo que le permite vivir con el aceptable pasar de un profesional en nuestro país. A veces aspira a más, pero no puede salvar sus limitaciones de clase.

Y sí, claro, la aristocracia está representada por la cereza, fruta de alcurnia que rara vez tenemos el placer de entrever, y a lo lejos. Pero si se trata de auténtica realeza, de sangre azul, debemos rendirnos ante la más excelsa representante de la monarquía: su majestad el arándano: jet set internacional que posee tierras privilegiadas en nuestro país pero jamás sabremos de su estadía en estos pagos. Si alguien tuvo el honor de tratar a esta fruta de alta alcurnia y nombre en esdrújula, por favor, informe a qué tiene gusto.

Para otros textos de Zedi: Zediciones y El Mate Tuerto

08 noviembre 2006

Principios

"Un poeta lo puede soportar todo. Lo que equivale a decir que un hombre lo puede soportar todo. Pero no es verdad: son pocas las cosas que un hombre puede soportar. Soportar de verdad. Un poeta, en cambio, lo puede soportar todo. Con esa convicción crecimos. El primer enunciado es cierto, pero conduce a la ruina, a la locura, a la muerte."

Roberto Bolaño "Enrique Martín"en Llamadas telefónicas



"No era Rimbaud. Sólo era un niño indio."
Roberto Bolaño "Dentista" en Putas asesinas

05 noviembre 2006

O maio


Aquí ven o maio
de frores cuberto...
Puxéronse á porta
cantándome os nenos;
i os puchos furados
pra min estendendo,
pedíronme crocas
dos meus castiñeiros.

Pasai, rapaciños,
calados e quedos,
que o que é polo de hoxe
que darvos non teño.
Eu sónvo-lo probe
do pobo gallego:
¡Pra min non hai maio,
pra min sempre é inverno!...

Cando eu me atopare
de donos liberto
i o pan non me quiten
trabucos e préstemos,
e como os do abade
frorezan meus eidos,
chegado habrá entonces,
o maio que eu quero.

¿Queredes castañas
dos meus castiñeiros?...
Cantádeme un maio
sin bruxas nin demos:
un maio sin segas,
usuras nin preitos,
sin quintas, nin portas,
nin foros, nin cregos.

Manuel Curros Enríquez Aires da miña terra (1880)

01 noviembre 2006

La sorpresa de la vida


Mi ahijada Sol y su mamá Daniela

No te veré morir

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.

No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.

Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.

No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.

No volveré a tocarte.

No te veré morir.
Idea Vilariño "Ya no"