27 noviembre 2005

Hechos que no deben olvidarse

Principios que debe seguir todo "poeta de la revolución":
"1) Imponte la tarea de escribir los poemas que jamás se hayan escrito. 2) Llena de palabras el sentimiento. Y llena de intensidad las palabras 3) Los poemas deben tener el olor del mundo y deben respirar como un ser vivo, un poema integral es siempre un operativo cultural. 4) Es necesario escribir el color azul, escribir la angustia, escribir la lucha, escribir el rectángulo, la violencia. 5) Nada reemplazará tu obra. Y nadie te reemplazará a ti. 6) Desprecia convenientemente todo lo antihistórico y escupe a la rigidez y a lo insulso. 7) Eres todo lo que supones y aun eres mucho más. 8) Ámate como amas a la audacia 9) Di la primera palabra. Y no te preocupes por la última. 10) No tienes el “no me toca” para nada. 11) Nunca serás demasiado joven para todo lo que se puede lograr. 12) Tu condición, tu edad, tu circunstancia no es una disculpa para nada. 13) Piensa como dos. Ama como tres. Y trabaja como cuatro. 14) Sé audaz pero mantente fiel a tu respiración. 15) Es posible lograr lo imposible. Hay el 100% de posibilidades. 16) Edita por lo menos una revista de poesía joven en tu vida. 17) Ten el coraje de ir a la mierda y ten el valor de regresar. 18) Si no hay un hombro donde apoyarse, apóyate en tu hombro. 19) El poema no quiere que lo saquen, el poema busca salir. 20) El que camina va en un solo pie. El problema es dónde poner el otro. El que se detiene pone los dos pies y no es fiel a su respiración. 21) Eres indispensable como el aire. 22) Pon en dos minutos de palabras, los hechos de dos años de experiencia. 23) Evádete de tu nombre. 24) Tú siempre serás lo que se necesita.25) Nunca se te va a terminar el amor. Prodígalo en tu mujer y bendícela, prodígalo en tu amigo y bendícelo. 26) Regálate y atrévete. Tu puedes. POESÍA ES. "
Juan Ramírez Ruiz "Poesía integral" - Manifiesto Hora Zero

26 noviembre 2005

Nocturno

Frescor de los vidrios al apoyar la frente en la ventana. Luces trasnochadas que al apagarse nos dejan todavía más solos. Telaraña que los alambres tejen sobre las azoteas. Trote hueco de los jamelgos que pasan y nos emocionan sin razón.

¿A qué nos hace recordar el aullido de los gatos en celo, y cuál será la intención de los papeles que se arrastran en los patios vacíos?

Hora en que los muebles viejos aprovechan para sacarse las mentiras, y en que las cañerías tienen gritos estrangulados, como si se asfixiaran dentro de las paredes.

A veces se piensa, al dar vuelta la llave de la electricidad, en el espanto que sentirán las sombras, y quisiéramos avisarles para que tuvieran tiempo de acurrucarse en los rincones. Y a veces las cruces de los postes telefónicos, sobre las azoteas, tienen algo de siniestro y uno quisiera rozarse a las paredes, como un gato o como un ladrón.

Noches en las que desearíamos que nos pasaran la mano por el lomo, y en las que súbitamente se comprende que no hay ternura comparable a la de acariciar algo que duerme.

¡Silencio! —grillo afónico que nos mete en el oído—. ¡Cantar de las canillas mal cerradas! —único grillo que le conviene a la ciudad—.

Oliverio Girondo Veinte poemas para ser leídos en el tranvía

25 noviembre 2005

Fragmentos de un Evangelio apócrifo

3. Desdichado el pobre en espíritu, porque bajo la tierra será lo que ahora es en la tierra.
4. Desdichado el que llora, porque ya tiene el hábito miserable del llanto.
5. Dichosos los que saben que el sufrimiento no es una corona de gloria.
6. No basta ser el último para ser alguna vez el primero.

7. Feliz el que no insiste en tener razón, porque nadie la tiene o todos la tienen.
8. Feliz el que perdona a los otros y el que se perdona a sí mismo.
9. Bienaventurados los mansos, porque no condescienden a la discordia.
10. Bienaventurados los que no tienen hambre de justicia, porque saben que nuestra suerte, adversa o piadosa, es obra del azar, que es inescrutable.
11. Bienaventurados los misericordiosos, porque su dicha está en el ejercicio de la misericordia y no en la esperanza de un premio.
12. Bienaventurados los de limpio corazón, porque ven a Dios.
13. Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque les importa más la justicia que su destino humano.
14. Nadie es la sal de la tierra; nadie, en algún momento de su vida, no lo es.
15. Que la luz de una lámpra se encienda, aunque ningún hombre la vea. Dios la verá.
16. No hay mandamiento que no pueda ser infringido, y también los que digo y los que los profetas dijeron.
17. El que matare por la causa de la justicia, o por la causa que él cree justa, no tiene culpa.
18. Los actos de los hombres no merecen ni el fuego ni los cielos.
19. No odies a tu enemigo, porque si lo haces, eres de algún modo su esclavo. Tu odio nunca será mejor que tu paz.
20. Si te ofendiere tu mano derecha, perdónala; eres tu cuerpo y eres tu alma y es arduo, o imposible, fijar la frontera que los divide...
24. No exageres el culto de la verdad; no hay hombre que al cabo de un día, no haya mentido con razón muchas veces.
25. No jures, porque todo juramento es un énfasis.
26. Resiste el mal, pero sin asombro y sin ira. A quien te hiriere en la mejilla derecha, puedes volverle la otra, siempre que no te mueva el temor.
27. Yo no hablo de venganzas ni de perdones; el olvido es la única venganza y el único perdón.
28. Hacer el bien a tu enemigo puede ser obra de justicia y no es arduo; amarlo, tarea de ángeles y no de hombres.
29. Hacer el bien a tu enemigo es el mejor modo de complacer tu vanidad.
30. No acumules oro en la tierra, porque el oro es padre del ocio, y éste, de la tristeza y del tedio.
31. Piensa que los otros son justos o lo serán, y si no es así, no es tuyo el error.
32. Dios es más generoso que los hombres y los medirá con otra medida.
33.
Da lo santo a los perros, echa tus perlas a los puercos; lo que importa es dar.

34. Busca por el agrado de buscar, no por el de encontrar...
39. La puerta es la que elige, no el hombre.
40. No juzgues al árbol por sus frutos ni al hombre por sus obras; pueden ser peores o mejores.
41. Nada se edifica sobre la piedra, todo sobre la arena, pero nuestro deber es edificar como si fuera piedra la arena...
47. Feliz el pobre sin amargura o el rico sin soberbia.
48. Felices los valientes, los que aceptan con ánimo parejo la derrota o las palmas.
49. Felices los que guardan en la memoria palabras de Virgilio o de Cristo, porque éstas darán luz a sus días.
50. Felices los amados y los amantes y los que pueden prescindir del amor.
51. Felices los felices.
Jorge Luis Borges Elogio de la sombra

24 noviembre 2005

Los murmullos

"Nada puede durar tanto. No existe ningún recuerdo por intenso que sea que no se apague."
Juan Rulfo Pedro Páramo

22 noviembre 2005

Toco tu boca

"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y los ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua."
Julio Cortázar Rayuela

21 noviembre 2005

Tempo de chorar


Hei de chorar sin bágoas duro pranto
polas pombas de luz aferrolladas,
polo esprito vencido baixo a noite
da libertá prostituída.
As espadas penduran silandeiras
coma unha chuvia fría diante os ollos
e teño que chorar na sombra fuxidía
deste pútrido vento
que arromba a lealtá e pon cadeas
no corazón dos homes xenerosos.

Pois que somente os ollos me deixaron
para chorar por iles longos ríos,
hei navegar periplos, descubertas
por tempos que han de vir cheos de escumas,
por onde o día nasce,
alí onde xermola o mundo novo.
Pois que o que chora vive, iremos indo;
indo, chorando, andando,
salvaxe voz que ha de trocarse en ira,
en coitelos de berros i alboradas
para rubir ao cumio dos aldraxes.

E pois que cada tempo ten seu tempo,
iste é o tempo de chorar.
Celso Emilio Ferreiro Longa noite de pedra (1936-39)

20 noviembre 2005

Nuestros gritos

"Quiera Dios que nuestros gritos se escondan bajo las almohadas de los que no saben, de los que saben y callan, de los que no quieren saber."
Mauricio Rosencof Las cartas que no llegaron

19 noviembre 2005

Puzzle

"Sólo las piezas que se hayan juntado cobrarán un carácter legible, cobrarán un sentido: considerada aisladamente una pieza de un puzzle no quiere decir nada; es tan sólo pregunta imposible, reto opaco; pero no bien logramos conectarla con una de sus vecinas, desaparece, deja de existir como pieza: la intensa dificultad que precedió aquel acercamiento, y que la palabra puzzle -enigma- expresa tan bien en inglés, no sólo no tiene ya razón de ser, sino que parece no haberla tenido nunca, hasta tal punto se ha hecho evidencia: las dos piezas milagrosamente reunidas ya sólo son una, a su vez fuente de error, de duda, de desazón y de espera."
Georges Perec La vida instrucciones de uso

Nada más

"- Dime, ¿por qué supe, en cuanto te vi, que ya no iba a importar nada más? Sabes: me dije que en ese mismo momento tenía que decidirme. Que si tú pasabas de largo, perdería toda mi vida."
Carlos Fuentes La muerte de Artemio Cruz

Ese pozo que son las letras

"Caíste en ese pozo que son las letras y te sentiste cada vez más solo y melancólico. Y te fuiste declamando, a través de puertas irreales, e investigando sobre cosas de las que muchos ignoraban su existencia. Así, en tus meditaciones, saltabas a medianoche de la cama y con grandes gestos mudos te desplegabas por los aleros altísimos, por sobre las tejas más cercanas al vacío"
Reinaldo Arenas El mundo alucinante